7.- Llamada caliente

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La revolución que Alicia sentía en su coño era inexplicable, era como si estuviera a punto de explotar en miles de jodidos pedazos

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La revolución que Alicia sentía en su coño era inexplicable, era como si estuviera a punto de explotar en miles de jodidos pedazos. Arquea su cuerpo al sentir la fuerte penetración de la lengua de Alejandro.

¿Cómo lograba meterle tanto la lengua en su coño? La joven abre los ojos de par en par y es cuando suelta un ronco grito ahogado saliendo directo de sus entrañas.

La rubia abre más las piernas tensándolas al mismo tiempo al sentir que su cuerpo como
que se libera de algo. Ya

Unos segundos después empieza a temblar mientras que Alejandro seguía metido en su coño chupando con fuerza su vagina, más bien se la estaba succionando y ella solo podía soportar esa tortura.

Alejandro lamió hasta la última gota de los fluidos de Alicia y se podría decir que se volvió adicto a su esencia.

Era tan dulce, ni una pizca amarga logró sentir, toda ella era dulce y tan virginal.

Seguía chupándole los labios vaginales hasta dejarlos limpios, estaban tan hinchados y rojos que solo le provocó meterle su verga hasta lo más profundo, pero dado que ella era virgen necesitaba un poco más de tiempo.

Ademas, el juego previo era más divertido que irse al grano con ella. A fin de cuentas, tenía un mes entero para gozar de ese coño como le plazca.

El CEO se separa de la vagina de Alicia y levanta la mirada para verla, sus mejillas estaban muy coloradas y su todo su rostro lleno de sudor. En eso, la rubia bajó la mirada y sus ojos conectan con los de él.

Él la ve pestañear varias veces dándose cuenta que estaba apenada.

Ella muerde sus labios y lleva la mirada hacia otro lado, esa expresión lo encendió, tanta ingenuidad lo calentaba al extremo.

- Ya vez que no es tan malo como pensabas, ¿o sí? -pero Alicia no le responde -. Vamos, no seas tímida -le dice metiéndose entre sus muslos para quedar sobre ella -. Debes dejar la timidez conmigo, y menos después de lo que pienso hacerle a este cuerpo.

- Debe tomar en cuenta de que yo no sé nada de esto.

- Pero aprenderás, yo te enseñaré Alicia -toma su mentón y la hace verlo a la cara -. Esto solo fue un abre bocas, lo que viene será mucho mejor que esto.

Alejandro observa los labios de Alicia y eso lo llevó a besarla metiéndole la lengua sin piedad.

EI CEO empezó a frotar su pene contra el coño de ella sabiendo que no llevaba bragas puestas llevándolo a la locura.

La obsesión del CEOWhere stories live. Discover now