23.- Orgullo

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- Mi padre puede oírnos.

- En ese caso, seamos silenciosos.

Alejandro se saca la camisa y luego se inclina hacia uno de sus pezones para llevárselo a la boca. Chupa con fuerza su pezón y al escuchar que Alicia intenta gemir, cubre su boca con la mano.

Sofoca sus gemidos mientras que sigue chupándole el pezón, roza con su lengua haciendo círculos húmedos en la punta erguida

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Sofoca sus gemidos mientras que sigue chupándole el pezón, roza con su lengua haciendo círculos húmedos en la punta erguida. Los vellos del cuerpo de la rubia se erizan por completo y su cuerpo se arquea un poco al sentir cómo frota su verga contra sus pantaletas.

Alejandro eleva un poco su cuerpo para conducir su mano por debajo de sus bragas hasta tocar el centro de su coño; al introducir su mano, el CEO presiona un poco más su otra mano contra su boca puesto que ella gime con más fuerza.

- Shhh... Alicia, debes controlarte, a mí me vale madres que tu padre nos descubra, pero tú no quieres que él sepa que su "niña" ya es una mujer, ¡MI MUJER!- susurra mientras masturba su húmedo coño.

Ella asiente manteniendo los ojos cerrados...

El pelinegro se incorpora y termina por sacarle la pantaleta, y él se despoja del resto de su ropa. Sujeta a Alicia por la cintura y la hace girar su cuerpo dejándola boca abajo, toma la almohada colocándola debajo de su vientre.

El culo de Alicia se eleva lo suficiente y es cuando Alejandro se acomoda detrás de ella hasta inclinarse a la altura de su nuca.

- Debes estar muy calladita, ¿si entiendes? O papá se enterará que su niña le gusta jugar con la verga de su jefe.

EI CEO sonríe con malicia, hace a un lado el cabello de la chica descubriendo su nuca la cual lame para luego morder con algo de fuerza. Ella ahoga su grito con el colchón mientras que él emprende el camino hacia abajo dejando un reguero de besos por todo el centro de su cuerpo.

Llega a la altura de su culo y muerde la carne de la curva de su trasero provocándole un respingo a la rubia.

Prontamente entreabre sus muslos para colarse entre el surco de sus nalgas.

Lentamente abre sus carnosas nalgas para deslizar su lengua por el orificio de su ano, baja un poco más hasta alcanzar los labios de su vagina; los saborea y los chupa con fuerza consiguiendo que Alicia  inclinara un poco más arriba su trasero.

Ese espacio le permitió poder tener mejor alcance a su coño, aferrándose a la curva de su culo, Alejandro le chupa la vagina como si no existiera un mañana.

La obsesión del CEOWhere stories live. Discover now