11.- Sola en casa

10.4K 445 7
                                    

- M-me, me duele

Йой! Нажаль, це зображення не відповідає нашим правилам. Щоб продовжити публікацію, будь ласка, видаліть його або завантажте інше.

- M-me, me duele... - Alicia se aferra a la pared como si ella pudiera salvarla.

- Eso lo sé, únicamente estamos probando qué tanto puedes resistir -la rubia aplana los labios aún sintiendo la punta de la verga de ese hombre en la entrada de su culo-. Pero como sabrás, estoy muy duro Alicia, este asunto lo tendrás que resolver.

- Pero, ¿Cómo? -gime.

- Solo déjame probar un poco...
susurra contra su oído.

- ¿Probar? -suelta con un jadeo.

Y es cuando ella siente un poco de presión en su culo lo que la lleva a dar un pequeño gritico que terminó siendo cubierto por la mano de ese hombre.

No le dolía tanto, pero la presión que sentía en la entrada de su ano no era normal. Aunque si podía sentir que estaba muy mojada. Alejandro la tenía sujeta de la cintura mientras que con la otra mano cubría su boca, y tan solo la cabeza de su verga era la que penetraba un poco su culo.

Ella negaba, pero él no se alejaba de ella. Alicia cierra los ojos y recuerda que todo se valía en aquel acto sexual, ella había dado su palabra de cumplir en entregarle todo a ese hombre, pero entonces, por qué sentía que lo estaba disfrutando.

Alejandro no la oyó quejarse más, sin embargo mantenía su mano sobre su boca para evitar cualquier grito sorpresivo. Él no pensaba meterle toda la verga a esa chica, solo la estaba tanteando un poco.

Pero con esa prueba que estaba haciendo el CEO consiguió correrse, al bajar la mirada observa cómo su hombría explota en la entrada del culo de Alicia.

Su semen se riega entre sus nalgas y caderas dejándola hermosamente adornada.

En ese momento que su pene eyacula, ella da un respingo al sentir cómo la rocía con su semen.

- Eso estuvo bueno, ¿no lo crees, Alicia? -pero ella no responde, así que él la toma por el cuello y la hace mirarlo de soslayo -. ¿Te ha gustado? -la rubia lo ve con aquellos ojos expectantes.

- Sí, me ha gustado -él la miraba con aquellos ojos brillantes y penetrantes y sonríe con maldad puesto que siente que ella no le está mintiendo.

- ¡Así me gusta! - Alejandro besa sus labios para luego alejarse de ella.

Alicia logra respirar con calma cuando él se aparta, al darse la vuelta se percata que él ya había guardado su virilidad lo que la decepciona un poco, ya que ella muy en el fondo deseaba vérsela.

La obsesión del CEOWhere stories live. Discover now