19.- Conociéndose

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Alejandro ejerce presión en sus caderas mientras va enterrando poco a poco su verga en el coño de Alicia.

Ella que es muy ajustada por dentro y en esa posición se había vuelto mucho más apretada, su pene entraba con dificultad, sin embargo no se detuvo.

Divisó la espalda desnuda de Alicia y esas curvas tan inocentes que conformaban su cuerpo, la piel de Alejandro se erizó solo de verla en esa posición. Se extasió observando el cuerpo de la rubia. La verdad es que le encantaba verla en todos los ángulos posibles.

Sangenis se inclina hacia ella aún con su verga dentro de su coño y comienza a besar su nuca con suavidad, los movimientos de sus caderas eran lentos al mismo compás de los besos que le daba entre el cuello y la nuca.

Sujeta a Alicia por la cintura y deja su frente reposar sobre la espalda de ella mientras que entra y sale del coño estrecho de esa rubia.

Ella, por su parte, soltaba gemidos de placer, elevaba de vez en cuanto la curva de su culo para que él pudiera penetrarla mejor.

Y a decir verdad ese gesto lo encendía, Alicia lo volvía completamente loco.

EI CEO cierra los ojos y entreabre los labios al sentir que estaba a punto de correrse...

- Alicia, ¡oh, mierda! Me vuelves loco -gime con fuerza.

La cama se había movido algunos centímetros de su lugar puesto que Alejandro empezó a darle más duro al cuerpo de ella.

La rubia se aferró a la cabecera de metal de la cama, mientras que Alejandro penetraba su coño como si no existiera un mañana, al principio le dolió cuando entró en ella, pero ahora ya solo sentía placer.

Sin embargo, su pene era muy grande y cada vez que cogían le dolía. No debía olvidar que él era un tipo grande y ella muy pequeña y novata... pero no por ello iba a dejar de tener sexo con él, aunque no quisiera admitirlo se había vuelto adicta al jefe de su padre y eso sí que era un problema muy serio.

Presiona el rostro contra la almohada al sentir el inminente orgasmo, llegó a ella como un tornado arrasando con todo a su paso, Alicia pegó un grito ahogado de goce mezclado con lujuria que sucumbió sobre la almohada.

Apretó la sabana con fuerza mientras que liberaba aquel orgasmo arrasador.

Pero no estuvo sola en eso, ella escuchó a Alejandro jadear de placer justo cuando ella gritó.

Sintió como le apretó las caderas conjuntamente como su pene palpitaba dentro de ella.

Al cabo de unos segundos él se desploma sobre su espalda, Alicia siente la respiración sobre su nuca y luego de eso el aroma masculino de él la embriaga. En ese instante la rubia se da cuenta de algo preocupante, su corazón latía muy fuerte y no era porque acabase de tener sexo era porque...

¡Creía que se había enamorado de ese hombre!

Estar cerca de él siempre la ponía nerviosa, y todo el tiempo deseaba que la tocase, y encima estaba eso de los celos y reclamos. Alicia cierra los ojos, no tenía otra explicación para esas reacciones.

Al parecer albergaba un tipo de enamoramiento hacia Alejandro. Y sí, eso le preocupaba mucho, puesto que tan solo le quedaba  muy poco tiempo para seguir esos juegos con él.

La obsesión del CEOWhere stories live. Discover now