Cuestión de piel

IV: UNA RESPUESTA A LA VEZ

Nos seguimos conociendo una respuesta a la vez y descubrimos, con una mezcla de asombro y curiosidad, que tenemos muchos libros, viajes, opiniones y para siempres en común. Eso sin contar con el humor negro que compartimos entre macchiatos y rosés.

Ahora mismo somos los únicos dueños de un secreto que se siente debajo de la piel. Somos cómplices y encubridores de los momentos que nos hacen sentir vivos.

Lo veo detrás del sudor helado de su copa de vino y una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras comparte conmigo otro pedazo de su vida.

Tengo tanto que preguntarle: ¿cuál es su lugar preferido en el mundo?, ¿cuál es su recuerdo favorito de la infancia?, ¿qué canción lo pone de buen humor?, ¿cuál es su superpoder?, ¿qué hace sus rodillas temblar?...

El tiempo que pedimos prestado se acaba, y me quedo con ganas de leer otro capítulo de su vida y de escribir uno nuevo en el que yo no sea un personaje secundario.

Peligrosamente despacio retira el cabello de mi frente y un hilo de electricidad recorre mi espalda. Es un momento de debilidad que me obliga a ser fuerte, una prueba de resistencia que, al menos por hoy, he superado con honores.

Esta victoria fue mía; tal vez mañana no corra con la misma suerte.