Cuestión de piel

LLAMA GEMELA

Mi cuerpo está triste. Sacaron el tubo de mi garganta; pero sigo sintiendo un nudo que no me deja respirar.
<Tienes que dormir>, me dicen y lo hago con la esperanza de ver a Magno en mis sueños. Como antes, como siempre.

—Tranquila, Hermosa. Estoy aquí. —escucho y un suspiro escapa de mi boca. Necesito hablar; pero mi voz no se escucha en absoluto.
—No hagas esfuerzo. El Doctor dice que te tomará unos días recuperarte.

Abro los ojos de par en par y él entiende que dudo de su existencia. Se acerca despacio y me besa con alivio y con ternura.

—Te encontré, Selá. Supe que me necesitabas, lo sentí.
Me abraza como puede y me vuelve a besar, una y otra vez.

Parece tan real que empiezo a llorar.
—Lo sé todo—me dice—. Ula me confesó que me mantuvo en la Isla de los Pescadores porque tu hermana hizo una importante donación para construir el dispensario que tanto necesitaban. La convenció diciendo que yo no tenía familia y que tú te habías vuelto loca por mi culpa.

Niego con la cabeza porque no me gusta que la crea tan inocente.

—Fui a buscarte a tu casa y el ama de llaves me contó de la pelea que tuviste con Lota. Janu me llevó con Esmeralda y ella me ayudó a ubicar este lugar.
Me llamaste, te vi en un sueño. Estamos conectados... Te quiero mi llama gemela.