VII: EL ÚLTIMO BRINDIS DEL AÑO

55 9 0
                                    

Hoy tengo miedo de hablarle. El alcohol del último brindis del año me pone sincera y seguro voy a decir más de la cuenta.

Sé que él puede leer cada uno de mis pensamientos; sin embargo, me gusta creer que tengo secretos que habitan seguros dentro de mi cabeza.

No quiero que se asuste y que averigüe que se ha convertido en la primera persona en la que pienso cuando estoy en problemas; porque si supiera lo mucho que significa en mi vida seguro un escalofrío le recorrería el cuerpo.

En un parpadeo he dejado de ser invisible; halagos, abrazos y sonrisas vienen a diario; tanta gente que cree saber quién soy cuando yo apenas me estoy descubriendo.

—Te voy a extrañar —me dice y yo cierro los ojos conteniendo las ganas de teletransportarme a su lado.

Quiero vivir en el lujo silencioso de sus recuerdos, ahí donde puedo repetir la primera vez que vibré entre sus brazos.

Hoy me he encontrado pensando en ese momento más de lo que quisiera admitir, y cada vez acumulo más ganas de vivirlo de vuelta.

¿Cómo hago para dejar de desear sus manos, sus labios y el aroma de su cuerpo?, ¿cómo hago para dejar de escuchar su voz en mi cabeza pronunciando mi nombre?, ¿cómo hago para dormir sin empezar a soñar con él?

Cuestión de pielWhere stories live. Discover now