Cuestión de piel

VI: EL SOL DE TAURO

Bajo el sol de Tauro caminamos juntos con una sana distancia. Dando pasos largos para alcanzar su ritmo, encuentro el momento propicio para analizarlo en detalle.

Es un hombre alto y sensual por naturaleza.
Dueño de una sonrisa encantadora, va dejando un rastro irresistible a su paso. Habla con calma, y tiene buen gusto. De eso estoy segura porque se fijó en mí.

Es un caballero con nombre de Rey, protector y detallista a quién le sobra valor y le falta paciencia. Es bueno para escuchar y malo para dormir.
Es increíblemente exigente; pero ve la vida de forma sencilla.
Le gustan las cosas ordenadas y fáciles porque odia con sus entrañas ir por la vida desperdiciando tiempo.

Tiene los pies bien puestos sobre la tierra y no cree en la casualidad, eso porque ha aprendido a materializar todo lo que realmente quiere.

De mente brillante, utiliza siempre las palabras para construir, es bueno para motivar y para invitarte a reflexionar.

Me gusta mucho conversar con él porque en ciertos pasajes nuestras vidas son un espejo. A veces pienso que ya lo conocí en una realidad paralela, o tal vez vivió en mi cabeza lo suficiente hasta convertirse en un hombre real de carne y hueso.

Mientras pienso todo esto sus ojos pasean por mis labios, yo me trago la emoción y continúo hablando como si nada. No cabe duda que con el tiempo me he vuelto experta en aguantar las ganas de tocar su piel.