ESPRESSO INTENSO

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El reflejo del sol sobre su cara hace que el atardecer se perciba más bello, más vivo. Fuerte como un espresso intenso que se disfruta de a poco, con calma, a pequeños sorbos.

Después de tanto quererlo, finalmente lo puedo vivir. Su tiempo no es solo mío; pero cuando estamos juntos la noche se hace eterna y nos amamos profundamente.

Nuestras vidas han ido encajando con los días. Magno sigue en la Isla de los Pescadores con su hijo y lleva  una relación cordial y de agradecimiento con Ula.

Un resto de sus días los pasa conmigo. El resto que le hace sentir ligero, que le provoca compartir una cena bajo la conjunción de la Luna y Marte. Ese resto que le hace reír hasta que las mariposas de su panza le duelen.

Qué hará sin mí? Me pregunto a veces, cuando la parte cuerda de mi cabeza pierde el control.
Qué más da? Me respondo, porque no importa cuánto sino cuándo viene a descansar en mis brazos.

Me gusta saber que no somos la obligación del otro. Me gusta sentirme libre de poder hablarle de cualquier cosa. Me gusta compartir su cama y llenarme de su olor; pero lo que más me gusta es ser parte de su camino y que él sea parte de mi presente en esta vida y en todas las que haga falta.

Cuestión de pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora