CAMINANDO SOBRE FUEGO

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Veo a Magno venir en mi dirección. Sus pasos largos y firmes hacen que llegue junto a mí en un parpadeo.
Me reconozco en sus ojos y la emoción se instala en mi estómago como un cosquilleo.

—Hola Hermosa —dice con esa voz que me hipnotiza.
Estoy tan feliz de envolverme nuevamente en su olor que olvido aquello tan importante que debo decirle.

Sonrío mientras lo beso disfrutando el recorrido por su cuerpo. Este vínculo tan profundo e intenso que hay entre los dos me hace sentir como si caminara sobre fuego: veo la luz, me abraza el calor; pero no tengo miedo de quemarme.

Mientras recupero el aliento de este encuentro que me deja con el alma desnuda, alcanzo a decir:

—Magno, hay algo importante que tienes que saber.
—Que me extrañas, que quieres estar conmigo otra vez —alardea entre un beso y otro.

—Sabes que eso es verdad, pero no es lo que tengo que decirte.
—Ah, no? —pasa su mano por su mentón.
Niego con la cabeza y tomo algo de distancia para evitar distraerme con su cara.

—Magno, escúchame. Es algo serio.
—Su semblante se desvanece mientras hablo—, Lota y Ula...

No puedo continuar la frase porque escucho a lo lejos una voz de mujer repitiendo mi nombre.
—Selá, Selá, abre los ojos. —Una mano helada golpea mi mejilla derecha—, despierta Selá, despierta!

Cuestión de pielHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin