LIBRO 3. SAGA «COX»
Ethan es el prototipo de chico tímido que por lo general no tiene muchos amigos.
Mack es la chica sonriente y divertida que ama ocuparse todo el tiempo y ayudar a los demás.
Ethan le tiene miedo a casi todo.
Mack casi nunca le...
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27. Todo estará bien
—No es tan difícil como suena.
—No, claro que no. Sólo veo que incluso nos están pidiendo ayuda para hacer lo que deberías pensar hacer tú solito. Como el hombre que eres.
Tomé aire, implorando paciencia
—Vale —accedí, en un asentimiento—. Entiendo que puede verse un poco mal, ¿de acuerdo? Entiendo que sus ancianas mentes no puedan planear algo para este momento.
—No es por nuestras ancianas mentes —renegó ella—. Es porque eres tú quien debería planear algo exhaustivamente para ese momento tan esperado del que hablas. ¿Cómo quieres que te ayudemos, hijo?
Lo pensé, para terminar encogiendo mis hombros
—No lo sé, pueden... darme ideas.
Se miraron entre ellos.
Sí, yo sigo pidiendo ayuda. De hecho, pido ayuda tantas veces como me es posible. ¿Por qué? Quizás porque no estoy lo suficientemente seguro de confiar en algo que salga de mi boca. En realidad, no confío mucho en mis instintos. Tal vez es la razón por la que prefiero comunicarme con mis dos abuelos antes de tomar una decisión.
La que ahora mismo, no se me hace la mejor de las opciones.
Pero no hay de otra.
Sin embargo, asumo que necesito un plan b.
Sólo por si acaso.
Solté un suspiro, tomando asiento en una de las sillas del comedor. Al notar que no hablaban aún, tomé mi vaso de refresco y le di un largo sorbo, acomodándome mejor en aquel lugar.
Lo bajé, esperando
Debido al silencio, mis ojos se posaron inconscientemente en la ventana justo donde podía ver a la perfección la casa frente a la nuestra. No ha habido mucho movimiento desde anoche, y fue porque estuve al pendiente de Mack para darle las buenas noches, no la vi subir a su habitación y cuando desperté, tampoco noté gran cosa.
No quiero verme como un intenso.
Sólo que hay algo que no me cuadra de todo esto.
Como si tuviera un extraño presentimiento.
Dejé de prestarle atención a ello cuando mi abuelo carraspeó
—A ver —tanteó con sus manos—. El asunto es más grande que nosotros.
—¿De qué hablas? —me confundí
—Déjame ver si entendí —se acomodó para mirarme—. ¿Quieres que nosotros te digamos lo que debes decirle a Mack?
Eso hizo que mi ceño se arrugara
—¿Qué? No —bufé—. Lo que quiero es que me ayuden a organizar una cita donde pueda decirle a Mack lo que debo decirle. ¿Entienden? Como alguna... ocasión especial.
