TREINTA Y CUATRO

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34. Para ti

Hoy era el tan esperado día en mi calendario. De hecho, se había convertido en uno de los días más importantes en mi vida. De manera que, me desperté temprano, me duché, desayuné y tuve todo listo para comenzar. Decidí que lo primero que debía hacer era darle los buenos días, así que, eso fue lo que hice.

Caminé por la sala con el teléfono en mi oído, hablando con la persona del otro lado. Solté una bocanada de aire, concentrándome en lo que debía decir y en lo que había planeado desde hace tiempo.

¿Desea acompañar el ramo con alguna tarjeta?

—Sí, por favor.

Por supuesto, puede dictarme el mensaje.

Esbocé una pequeña sonrisa

—Sólo ponga... «feliz cumpleaños, te amo»

Entendido. El pedido saldrá de inmediato, aproximadamente en veinte minutos será entregado.

—Gracias, de verdad.

A usted por escoger nuestro servicio.

Una vez lo dijo, le colgué. Presioné el aparato contra mi barbilla, pensativo. Me imaginé su reacción en cuanto viera sus flores favoritas en la puerta de su residencia y de inmediato aquello me llenó de emoción.

Bien, fase uno, completada.

Ahora debía seguir con la fase dos.

Así que, volví a la cocina, lavé los trastes y una vez dejé todo sorpresivamente limpio, caminé a mi habitación en busca de unos zapatos.

Antes de ponérmelos, la ansiedad me ganó al ver la caja que estaba sobre mi escritorio. La abrí, comprobando que todo estaba en orden.

Mack, mi rayo de luz en la oscuridad. Hoy era uno de los días más especiales en nuestras vidas, y teniendo en cuenta de lo mucho que ella lo adoraba, haría lo que estuviera en mis manos para darle lo mejor.

Y ¿quién sabe? Quizás me bese desesperadamente.

Sin duda sería una estupenda recompensa.

Por lo tanto, tan pronto pude estar listo, me dispuse entonces a salir de mi departamento, guardando mis llaves y teléfono en mis bolsillos. Bajé por el elevador, llegando al primer piso. Solo que, apenas salí del cubículo, tuve que detenerme cuando el portero pareció aliviado de verme

—Señor Ethan —nombró, acercándose

—¿Pasa algo?

—Oh, no, solo quería comentarle que el favor que me pidió está hecho. Todo estará preparado para esta noche.

—Genial —sonreí—. Gracias, enserio.

—Ahm... y quería preguntarle algo más.

—Por supuesto.

Invierno de coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora