VEINTINUEVE

3.2K 294 204
                                    

Querida Rapunzel

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Querida Rapunzel

Luego de recibir año nuevo, podría decir que, a pesar de todo lo que había sucedido en mi vida, estaba pasando unos buenos días. Digo, conocí a la familia de mi novio que resultaron ser bastante amables, generosos, afectuosos y demás. Charlé con mis suegros, al parecer les agradé.

Y claro con Elliot y Alisson. Personas que me hicieron volver a creer en el amor, por cierto. El gemelo de Ethan luce en extremo enamorado, y sí, fue muy claro al decir que él también se ve así por mí.

Eso me saca una sonrisa cada que lo recuerdo.

Pasando las vacaciones, Ethan decidió quedarse unos días más aquí. Dice que no quiere volver tan pronto, sino que quiere estar conmigo lo más posible. Y como aún no empieza clases en la universidad, aprovechará para que estemos juntos. Por otro lado, su hermano y su cuñada sí se fueron más temprano que los demás, según porque tienen una boda a la cual asistir.

Sus padres se fueron días después. Y así fue como, después de la agradable visita, volvimos a nuestros días con normalidad.

Días que ya están por terminarse.

Aún siento algo en el pecho cada vez que pienso en que Ethan se irá y yo me quedaré. No he dejado de pensar en ello. Y eso me lleva a noches de insomnio en las que me es muy difícil conciliar el sueño.

No dejaba de reñirme. No sé bien por haber tomado esa decisión tan precipitada sin haberle contado a nadie más que a mi novio y mi mejor amiga, o quizás por no haber tenido la valentía de decirles a mis padres.

En mi defensa, tan pronto papá actuó como pensé que actuaría en todos los malos escenarios que logré imaginar, no pensé que mamá correría en mi defensa, y menos que amenazaría a papá con divorciarse.

No quiero ser la causante de que mi familia se separe.

Por eso, accedí a desistir de mis sueños.

Después de todo, no creo que sea tan malo.

O a lo mejor sí.

Saliendo de mis pensamientos, me puse de pie y me encaminé hacia la ventana de mi habitación. Moví un poco la cortina con tal de ver hacia la casa frente a la mía. Las luces se encontraban apagadas y parecía que llevaban así ya demasiadas horas. Por ello, tomé mi teléfono del escritorio y revisé la hora

12:47 am

Mierda, sí que era algo tarde para andar despierta.

Tomé asiento en la silla acolchada, usando el aparato para marcar el único número que tenía a la mano siempre.

Del otro lado, me respondieron al cabo de unos tonos

¿Hola? —su voz salió adormilada

—Lamento despertarte —me apresuré a decir—. Sólo pensé en ti, aunque entiendo que quieras colgarme, interrumpí tu sueño.

Invierno de coloresWhere stories live. Discover now