🌸Sin trato especial.🌸

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Imperio Hēiyù.

El día anterior había transcurrido sin mayores complicaciones. Acompañé a Huó-Er a ver a Tae gongzu, y al final del día recibimos buenas noticias. Tae gongzu mencionó que la medicina tal vez estaba funcionando. No estaba seguro de que esa fuera realmente la razón, pero algo había cambiado dentro del organismo de Huó-Er y las esporas dentro de él se estaban disipando de forma lenta pero gradual. Por eso, dijo que, si las mejoras continuaban, en lo que restaba del año, proporcionaría alguna medicina para contener la energía resentida del cuerpo de A-Huó y aplazar su vida lo suficiente para reconstruir su núcleo. Incluso si no llegase a ser posible reconstruirlo, no sería fácil conseguir un demonio de bajo nivel condenado a DíYú y quitárselo para poder cultivarlo. Aunque A-Huó estuvo reacio a la segunda opción, en el fondo sabía que, por fin, pudo dar un respiro; incluso su mirada se relajó de una manera inexplicable.

Después de concluir con Tae gongzu, no hubo mucho más que hacer. Cuando nos dimos cuenta, el sol ya se había ocultado desde hacía un par de horas. Por lo tanto, Huó-Er insistió en que cenara y descansara. Sabía que al día siguiente sería agitado. A-Huó dejó claro que él se encargaría de crear un plan de entrenamiento para mí a partir del día siguiente. No estuve nada reacio a la idea de descansar lo mejor posible; de alguna manera, sabía que, al despertar al día siguiente, me esperaba una larga jornada de interminables lecciones, nada más ni nada menos que del propio Rey Infernal.

A la mañana siguiente, una brillante luz me despertó del apacible sueño. Abrí mis ojos intentando cubrir la luz con mis manos y vi a Li Song con una radiante sonrisa, abriendo de par en par las cortinas de la habitación. Bufé por lo bajo y levanté la suave tela del cobertor para enrollarme y cubrir mi cabeza de la luz filtrada por las ventanas. Sentí las manos de Li Song en mi hombro, palmeándome suavemente, hablándome con una apacible voz. —Vamos, Alteza, tiene que levantarse, he traído tu desayuno.

Negué suavemente refunfuñando. Sabía que estaba siendo demasiado infantil, pero realmente me sentía agotado. Por primera vez en mucho tiempo, había dormido toda la noche sin despertar y sin preocupaciones. Sin embargo, por alguna razón inexplicable, sentía que todo mi cuerpo estaba fatigado, y la sola idea de levantarme me hacía renegar. —Solo unos minutos más, realmente no puedo abrir los ojos, A-Song.

Escuché cómo resopló y se alejó de mí, unos cuantos pasos. Apreté con fuerza el cobertor sobre mi cabeza y sonreí cantando victoria. Pero antes de que pudiera acomodarme nuevamente, sentí cómo las manos de Li Song se agarraron con fuerza a la tela del cobertor por el lado inferior de la cama y tiró con aún más fuerza de ella, descubriéndome por completo. —Lo siento, Alteza, pero es necesario que desayune para sus actividades diarias desde el día de hoy.

Lo miré perplejo. Sonreía triunfal y caminaba lentamente tomando mis túnicas y acercándolas a mí con total calma y naturalidad. Miré el cobertor en el suelo y a Li Song, que tendía mis túnicas con una sonrisa. No pude evitar arrugar mis labios mientras tomaba las prendas en silencio. —Por favor, Alteza, no se enoje conmigo. Yo solo cumplo órdenes. Fue el propio Rey Huó quien me pidió que levantara a su "Alteza" y que usara cualquier método factible para que estuviese en pie a primera hora de la mañana.

Suspiré profundamente y negué con suavidad. No estaba molesto, solo estaba cansado, pero, aun así, comprendía muy bien su actuar. Sabía que tenía que presionarme por mi propio bien. A-Huó era el más reacio a todo esto; sin embargo, estaba dispuesto a dar lo mejor de sí para asegurar mi estado y mi bienestar. No puedo defraudarlo; tengo que dar lo mejor de mí. —Lo sé, lo sé. Ayúdame a cambiarme y vamos a desayunar. No quiero hacerlo esperar.

Li Song sonrió y asintió levemente. Tendió su mano para ayudarme a levantarme y acomodó mi ropa con agilidad. —Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que ayudé a su Alteza con su vestimenta...

Bai Lian HuaWhere stories live. Discover now