🌸Al pie de la guerra. El principio del fin. 4/4🌸

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Desde que la guerra dio comienzo, tres meses habían pasado, tres infernales meses donde hasta el cielo estaba cubierto en llamas.

Al principio todos quedamos estupefactos antes nuestros enemigos, sin poder entender de que se trataba. El miedo consumió a cada uno de los seres, incluso a esos acostumbrados a ver oscuridad en el infierno.

Al otro lado de las puertas, rodeando como una ola de hormigas a Feng Xù, se encontraba un escuadrón completo de seres muertos, rodeados de una bruma rojiza y un olor putrefacto. Aquellas criaturas que no se podía identificar su procedencia, tal fue su estado que calo la sangre de muchos en el acto.

Pero la guerra es imprescindible para preservar las especies, todo aquel que hoy lucha en este lugar, sabe muy bien que luchar significa vivir. No queda otra opción y, por más que no queramos aceptarlo, la guerra ya había dado comienzo.

Los gritos interminables se hacían cada vez más presentes a medida que pasaban los días. El campo de batalla se extendía a lo largo de los tres imperios, cielo, tierra e infierno, manchado con la sangre inocente que luchaba por persistir.

Las tierras manchadas de rojo vivo, mezclaban la sangre de aquellos que durante millones de años lucharon entre sí. Era irónico ver que un día como hoy, estos mismos pudiese ver como su sangre se mezclaba formando pequeños ríos de sangre.

Era triste, irónico, lamentable, pero era una realidad y en la guerra solo existen realidades crudas.

—¡Cuidado!

Un grito ensordecedor me alerto, y blandí mi espada hacia un lado intentando evitar el ataque. Estaba a punto de ceder, cuando aquella voz que me había advertido, volvió hacer acto de presencia. —¡Alteza! ¿Se encuentra bien?

Realmente no sabía quién era, pero aquel joven tendió su mano hacia mí y me miro con preocupación en sus ojos. Un aire de familiaridad se coló por mi interior y solo asentí agradecido. —Estoy bien, gracias y lo siento.

Él asintió con una postura firme, sonrió al leer mis pensamientos y tomo con fuerza su espada y la blandió hacia mi costado, cortando la cabeza del ser tras de mí. —Su Alteza, soy Ming Zu, hijo mayor del rey Ming en DíYú. Su majestad el rey Liu, me encargo que lo mantuviese a salvo y lo llevara a las tiendas de campaña.

Asentí con rapidez, para ser sincero ya de hace unos días había perdido completamente de vista a Liu Huó y, si bien sabia y daba por hecho que él me vigilaba en todo momento, aun así, no podía dejar de preocuparme. No cuando luego de tres, casi cuatro meses del comienzo, había un hecho que se empezaba a ser evidente en mi cuerpo. —Vamos...

Tome con fuerza mi arma y Ming Zu se posicionó en mi espalda. Fue sorprendentemente rápido llegar a la zona neutral, las carpas se habían formado con la intención de tratar a los heridos, tanto humanos como seres celestiales salieron heridos con la energía resentida que portaban las armas espirituales de aquellos seres.

Para cuando llegamos a la carpa central, Ming Zu solo hizo una reverencia y me señalo entrar. Asentí y justo en ese momento me invadió un leve sensación de incertidumbre. Abrí rápidamente divisando a Liu Huó en el instante, se encontraba parado frente a mí, sus ojos estaban rojos de la ira, pero había un altivo de preocupación en ellos, que iba más allá de cualquier cosa. —Liu...

—Vete...

Lo miré sorprendido y di dos pasos acercándome al mientras estiraba las manos para alcanzarlo. —¿Que?

Él negó, se frotó la sien y se hizo a un lado evitando mi toque. Me sentí totalmente culpable y desconsolado en el acto. Quise llamar su nombre, pero nada salió de mis labios y, él se volteó a ver con tristeza. —¿Lo sabías, cierto? No hay forma de que no lo hayas sabido.

Bai Lian Huaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن