🌸¿Dios o Demonio? 2/2🌸

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Llevábamos tres días luchando, al segundo día, el lugar se llenó de podridos. Pero a diferencia de los podridos de Hēiyù, estos eran de arena, doradas partículas de arena se desprendían de ellos a cada paso, su olor era putrefacto, pero no había rastro de sangre en aquellos seres. Los monjes habían dejado de atacar en cuanto ellos aparecieron, crearon una formación y empezaron a controlarlos con la energía espiritual que despedían las armas, incluso si ello significaba gastar su propia energía vital.

Había cien monjes completando el círculo de la formación cuando empezaron, al tercer día solo quedan cuarenta de ellos. Uno a uno iba cayendo al tiempo que pasaban cada gota de su energía aquellos seres que no dejaban de salir. Parecían un ejército interminable. No tenían un alto nivel, pero el hecho de que no dejaran de salir uno tras otro, lo volvía fuera de control, estábamos rodeados de arena, estábamos a los pies del mismo desierto, y aquellos seres se levantaban una y otra vez.—Huó-di si no detenemos esto ya, todos los monjes morirán...

Chǒu Tai me miro angustiado, fue totalmente irónico que un demonio se preocupara tanto por la vida de unos simples mortales. Pero era él, quien siguió a un rey loco y le ayudo a surgir de la nada misma, hasta lo más alto. Puedo decir con seguridad, que es el demonio con el corazón más amable que existe. —¿Acaso crees que no lo sé? Pero estas basuras no dejan de salir.

Dije intentando esquivar uno tras otros los ataques de aquellos seres, habíamos descubierto que entre más intentábamos destruirlos, más se multiplicaban. —Huó-di, te daré tiempo y tu busca la fuente que controla a los monjes.

Sonreí socarronamente. —Podrías haberlo hecho desde mucho antes ¿no?

Chǒu Tai rio y negó. -No es como si te le hubiese ocurrido algo mejor a ti 

Me saco la lengua y estiro su palma sacando el pequeño reloj de bolsillo, movió su dedo lentamente y en un segundo todo quedo congelado. —Tienes solo una hora Huó-Di

Lo miré con él entre cejo fruncido y me mordí la lengua ante intentar refutar de alguna manera. Chǒu Tai controla el tiempo, pero cada vez que lo detiene, parte de su energía vital se va perdiendo, su vida es como un reloj de arena, uno que baja muy lentamente, incluso podría jamás dejar de caer, eso, si él no ocupase el tiempo a su favor. El tiempo se detiene para todos, pero el reloj de su vida avanza a una velocidad descomunal, marchitando lentamente su energía. —Volveré antes, lo prometo.

Él solo asintió y sacudió su mano en señal de que me retirara, corrí rápidamente en dirección de los agujeros que habíamos encontrado tres días atrás, estaba seguro de que sea lo que sea que esté controlando a estos monjes, estaba allí a dentro. Me gire por última vez viendo en su dirección y lo mire curiosear animadamente a los monjes y los pequeños demonios esparcidos alrededor.

Mi cuerpo se estremeció al llegar al lugar, todo a mi alrededor estaba totalmente detenido por el tiempo. Incluso las partículas doradas que flotaban con la brisa de la noche, se podían apreciar por la misma causa. Pero aquel lugar, aquellos grandes agujeros negros, se seguían esparciendo de una manera inexplicable y la energía resentida se mezclaba con una rara energía vital que provenía de dentro de aquellas trombas en la arena. 

Bai Lian HuaWhere stories live. Discover now