DxD: nobleza dorada

095- El rey y la reina más fuertes del inframundo.

[Punto de vista de Sirzechs]

Pasé un rato hablando con Surtr sobre el inframundo y el juego de clasificación que se llevaría a cabo en una semana en la que estaba absolutamente seguro de que perderíamos... si incluso Grayfia es lo suficientemente fuerte como para derrotarme, entonces no tenemos una oportunidad... será necesario que nosotros dos enfrentemos a Richter Golden-Haze mientras que Falbium y Serafall tendrán que enfrentarse a Grayfia, y perderán.

En cualquier caso, ese es el resultado que esperábamos, nuestra esperanza es apagar la indignación del inframundo con este juego de clasificación.

"¡Papá!" Millicas saltó a mis brazos una vez que llegó junto con Layla, encontré su mirada por un breve momento antes de que ella la evadiera, un saludable sonrojo todavía estaba en su piel, se había dado una ducha antes de venir aquí y sé por qué, su aroma está sobre ella como si la hubiera cubierto a propósito sólo para que yo pudiera olerlo, ese bastardo dorado.

Lo ignoré y me concentré en mi hijo, que parecía bastante feliz durante la mañana.

"¿Cómo te fue Millicas, jugaste con los niños del Clan Lucifuge?" Lo cargué en mis brazos, él es mi pequeño campeón, puedo hacer cualquier cosa por él, incluso perdonar a Layla.

"¡Si, Alan-chan y Penny-chan son amables! ¿¡Puedo ir allí y jugar con ellos más a menudo!?" Me preguntó algo que me preocupó mucho, no lo quería cerca de ese dragón si podía evitarlo. Por desgracia, Layla soltó algunas palabras que casi me dejaron boquiabierto.

"Creo que sería bueno, Sirzechs-sama... puedo llevar a Millicas allí durante nuestro tiempo libre-" dijo con una risita haciéndome jadear de asombro y casi liberar un poco de intención asesina.

'¡¿Quieres llevar a mi hijo alli, sólo para tener una oportunidad y follarte a ese hombre?!'

"..." Permanecí en silencio, esas palabras no las pronunciaría delante de Millicas

Antes de responder, alguien más empezó a materializarse en el pasillo. Era Afrodita.

Una hermosa diosa rubia vestida con una toga, su cuerpo no era algo que los mortales estuvieran calificados para siquiera ver, lamentablemente su cuerpo también tenía un "olor", uno que no reconozco.

'Otro...'

Frunci el ceño profusamente.

"Afrodita, has vuelto", dijo Surtr, levantándose del sofá con la intención de irse, sabe que Layla y Afrodita suelen discutir, pero mi doncella no parecía interesada.

"St, es bueno verte, Surtr. Sırzechs-sama, tenia algunos asuntos que atender en la tierra y visité a alguien también, espero que no te importe", dijo, tartamudeando y moviéndose inquieta.

Afrodita puede ser la mejor pero también la peor amante que existe... comenzamos nuestra relación inmediatamente después de que Lady Calliope me hizo alejarla del Olimpo, en la cama es superada, su lujuria no deja de derramarse sobre su compañero, devolviéndolo. incapaz de ser satisfecho por nadie más.

Su lujuria llegó tan lejos que sin vergüenza llevó a otras diosas a nuestra cama para complacernos a mí y a ella misma, haciendo que nuestras veladas estuvieran interminablemente llenas de acontecimientos. Diosas del Olimpo, Freya de los nórdicos, ninfas, nereidas y más... mis necesidades de lujuria estaban completamente saciadas con ella a medida que mi orgullo aumentaba.

Lamentablemente, esa misma lujuria es también uno de sus defectos más profundos. Ella es la diosa del sexo y lo anhela sin fin, no importa cuánto intente saciarlo, hay más. Al principio pensé que sólo tendría que compartirla con otras mujeres, pero fue mi gran error.