DxD: nobleza dorada

090-Torturando a la criada (+17)

[Punto de vista de Grayfia]

Lo hecho no se puede revertir. Layla y yo ahora somos apóstoles del maestro, lo que significa... que ella se quedará con nosotros de ahora en adelante. No sé cómo va a resolver su situación con Sirzechs y Millicas, pero el maestro no le permitirá quedarse.

"Esto no cambia nada, Layla. Te acostaste con mi pareja, ¿cómo vamos a solucionar esto?"

"Creo que el maestro ha hablado, hermana mayor... ¿vas en contra de sus órdenes?-" La zorra que tengo por hermana se rió, ni siquiera sé por qué estoy tan enojada con ella, ¿es por mi actitud demoníaca? ¿instintos? o porque ella hizo esto deliberadamente para que yo lo viera... ¡quería que yo mirara! Además, ¿he escuchado mal?

"¡El es MI maestro!"

"Cariño, los celos no son buenos para tu corazón" Mamá me frotó los hombros y dijo palabras que no me consolaron en absoluto.

"¡Madre! ¡¿Por qué no regañas a Layla por acostarse con mi hombre?!"

"¿Porque yo también haré eso?" Ella se inquietó mientras Layla se reía.

"..." No puedo creerles, simplemente no puedo.

El Maestro se rió entre dientes, sin decir una palabra, ¡¿por qué no te involucras, Maestro?! ¡En una situación como esta deberías estar del lado de tu PRIMER apóstol, no del SEGUNDO!

*¡TOS!*

"¡Quiero decir! Layla, cariño... ¡no debiste haber hecho eso!" Luego, la madre le gritó a Layla, inexpresiva, con una voz que ni siquiera convencería a sus crédulos sirvientes más jóvenes, no es nada confiable.

"..."

'Nadie te cree...' No puedo leer la mente de Layla y la Maestra, pero nadie cree las tonterías de mi madre.

Vi a mi maestro cuya expresión parecía como si se fuera a quedar dormido en cualquier momento y suspiré.

"Maestro..."

"¿Emmm?"

"¿Necesitas algo más para esta noche? ¿O estás listo para irte a la cama?"

"No, podemos irnos a la cama-"

El Maestro se levantó de su asiento, se estiró como el dragón perezoso que es y me tomó por la cintura antes de mirar hacia Layla y mi madre, "Nos vemos pronto"

"Si, pronto-" Ambos rieron sospechosamente; Antes de que pudiera siquiera preguntar qué significaba esa risa siniestra, el maestro me llevó hacia nuestro dormitorio.

**

**

[Punto de vista de Richter]

Mi doncella está molesta, está tan claro como la luna colgando en el cielo.

Llevé a Grayfia por la cintura pero ella parecía reacia incluso a hablar, claramente tiene palabras que escupir que no quiere decir, sobre Layla y yo. Ella está celosa y lo entiendo... acceder a la petición de Layla también fue mi manera de ver cómo reaccionaría Grayfia si yo estuviera con otras mujeres.

Hasta ahora no pinta bien, tendré que seguir "motivandola".

"¿Estás enojado conmigo?" La abracé por detrás mientras caminábamos, mordiendo sus delicadas orejas, hubo un momento de silencio en el que ella no me respondió nada y simplemente me condujo a nuestra habitación.

"No con el maestro, estoy enojada con Layla..." Su voz aún era fría.

"¿Y por qué no yo?"

"No puedo estar enojado contigo..." mi doncella carraspeó.