Arco 4.7

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Tang Tang ignoró al gigante calvo pero con los ojos rojos, miró fijamente el colgante de jade alrededor del cuello de Cen Zhu.

Las muchas miradas curiosas hicieron que Cen Zhu se sintiera cada vez más rígido. Apretó los dientes y se metió el collar dentro de la ropa delante de todos.

En la superficie, Cen Zhu parecía tranquilo, como si estuviera haciendo algo natural. Pero por dentro, su corazón latía tan rápido que casi se le salía del pecho.

Después de un rato, la voz de Tang Tang se volvió suave con un toque de ronquera y sus ojos se pusieron rojos: "Ese colgante de jade pertenecía a mi madre fallecida. Por favor, devuélvemelo".

La multitud instantáneamente estalló en charla, discutiendo la situación sin cesar. Incluso el gigante calvo, Xiong Zheng, y los otros subordinados estaban desconcertados.

"Pequeño..." Xiong Zheng sintió el viento helado y cambió su dirección a mitad de camino, "Pequeño joven, ¿estás seguro de que no te equivocas? Ese colgante ha estado con Cen Zhu desde que era niño. No podría ser, tu uhm... la reliquia de familia de tu tía, ¿verdad? Estaba siendo indiferente y juguetón, pero luego, en un momento de descuido, vio el localizador en la muñeca del joven...

Xiong Zheng estaba desconcertado, "??"

¡Fue alcanzado como un rayo! Desconcertado y aturdido, su voz se hizo cada vez más baja. Al final, sus sensibles nervios hicieron sonar la alarma y cambió "tu mamá" por una dirección más civilizada y educada.

Ay no... ¡Sus jefes están traficando con una menor!

En el interior, Xiong Zheng jadeó mientras miraba con cautela la pulsera roja y dorada. No hay error... Lao Wu hizo esta cosa llamativa y fue un localizador de satélites. Se decía que además de cortarle la mano, no había forma de escapar de la detección de su señal, sin importar lo lejos que estuviera uno.

Este joven frente a él parecía débil e impotente, aparentemente sin superpoderes. ¿Cómo podría estar usando tal cosa? Confirma... ¡Confirma que son sus jefes los que están haciendo algo turbio!

Debido a la mirada prolongada de Xiong Zheng, el resto del equipo finalmente notó la pulsera en la muñeca del joven. Un segundo... Dos segundos... Todos miraron la delicada carita

de Tang Tang al unísono, casi soltando un sincero "Mierda".

Los subordinados sintieron una leve simpatía por el indefenso repollo, pero se detuvo ahí. Después de todo, en el mundo apocalíptico, la civilización humana se había derrumbado y prevalecía la ley de la jungla, lo que provocó que la mayoría de los supervivientes perdieran su humanidad. Habían sido testigos de muchos actos sucios sólo para mantenerse con vida, por lo que incluso si el joven no estaba dispuesto, parecía que no tenía otra opción.

"Este colgante de jade es mío", se compuso Cen Zhu, su voz algo perpleja por la acusación inexplicable, "Tang Tang, ha pasado mucho tiempo. Aunque no sé por qué me estás calumniando, este colgante ha sido mi talismán desde la infancia..." Cen Zhu se volvió cada vez más racional mientras hablaba, sonando cada vez más como si realmente creyera que era el legítimo dueño del jade. colgante.

Esta autohipnosis le dio mucha confianza. Cen Zhu era guapo y había crecido rodeado de lujos, como un joven maestro mimado. En un mundo sin esperanza, su comportamiento pseudocurandero y santo parecía ganarse la buena voluntad de la persona promedio.

Tan pronto como intentó refutar, dos hombres del equipo intervinieron instintivamente.

"Jefe, este es Cen Zhu, una rara superpotencia curativa con la que hemos trabajado en varias misiones. Es poderoso y tiene una personalidad excepcional. No es como... Uh... El personaje ladrón que describió el pequeño niño. Chang Xingyu intentó suavizar las cosas, defendiendo inconscientemente a Cen Zhu. Después de todo, habían trabajado juntos durante algún tiempo y podían considerarse socios.

Transmigración: Robando a los gongs protagonistas para tener s*xo en grupo (np)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz