Transmigración: Robando a los gongs protagonistas para tener s*xo en grupo (np)

Arco 6.10

"¿Me puedes ayudar?"

Jiang Xi se mordió el labio inferior, pareciendo bastante avergonzado, "Yo... Mi cremallera se atascó, señor. Podría usted..."

"No."

Fue la respuesta despiadada del joven maestro Meng antes de que Jiang Xi pudiera terminar su oración.

La tez de Jiang Xi se volvió antiestética. Tenía los pantalones hasta la mitad y la cremallera estaba atrapada en su ropa interior de algodón. A través del hueco, su atractivo pene era apenas visible, dejando claro cuál era su intención.

Meng Chenyi, con gafas de sol, continuó saliendo sin una pizca de vacilación.

.......

En el sofá de la sala VIP, Tang Tang bajó la mirada y organizó meticulosamente el horario futuro de KFW en su cuaderno. Sus delgados dedos golpearon el teclado, produciendo tranquilizadores sonidos de clic.

Al poco tiempo, el joven maestro Meng llegó como una ráfaga de viento y se sentó a su lado, rodeándolo juguetonamente con su brazo.

"Ge, me encontré con un bicho raro en el baño". Se inclinó muy cerca y su aliento caliente rozó la oreja de Tang Tang.

El gerente resistió la tentación de frotarse la oreja y apartó la cabeza: "¿Qué pasó?"

Meng Chenyi, no molesto por haber sido empujado, inclinó la cabeza hacia un lado y describió al bicho raro en un tono exagerado. ¿Cómo podría alguien pedirle a un joven maestro como él que le ayudara con una cremallera?

Su tono estaba lleno de ira, como si estuviera luchando por su inocencia.

Dios sabía que Jiang Xi nunca tuvo la intención de llegar tan lejos. Una seducción tan abierta sería demasiado audaz. Simplemente quería que Meng Chenyi mostrara algo de interés, tal vez le ayudara a llamar a su manager, una forma sutil de conocerlo.

Lo que fue aún más coincidente fue que cuando el joven maestro Meng hizo este comentario, Jiang Xi acababa de encontrar una excelente razón para acercarse y tener una interacción informal. Al oírlo, rápidamente huyó avergonzado.

Los ojos de Tang Tang se curvaron levemente y, juguetonamente, revolvió el cabello de Meng Chenyi de buen humor, lo que provocó que el cachorro de lobo se iluminara instantáneamente, moviendo su cola felizmente.

La atmósfera entre los dos era ambigua, con burbujas rosadas apenas visibles flotando alrededor. Qi Yan, con auriculares y escuchando música, no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. En cuanto a Qin Yu, se reclinó hacia atrás, con los brazos cruzados y su gorra de béisbol negra cubriendo la mayor parte de su rostro. Sus emociones estaban ocultas, pero se podía ver la tensión en su mandíbula apretada mientras masticaba ferozmente su chicle.

Evidentemente, el joven maestro Qin había preparado toda una cuba de celos.

Después de abordar el avión, el joven maestro Qin, contra todo pronóstico, logró sentarse junto a su gege. Los otros dos cachorros de lobo, que no lograron conseguir un asiento, se sentaron en la primera fila, luciendo descontentos.

El avión ascendió con un rugido alejándose del suelo.

Qin Yu cubrió su gege con una manta y aprovechó la oportunidad para sostener la mano delgada y fría de Tang Tang.

Sus palmas se juntaron y los dedos se entrelazaron sin problemas. La mano de Qin Yu era más ancha y cálida que la de Tang Tang, y el calor se transfirió gradualmente, lo que provocó que el corazón de Tang Tang diera un vuelco.