Transmigración: Robando a los gongs protagonistas para tener s*xo en grupo (np)

Arco 7.9

Si Kongle había estado pasando por una mala racha últimamente. Él era de una familia prominente en el mundo de la cultivación, pero ahora, con la disminución de la energía espiritual y la esperanza de vida cada vez más corta de los cultivadores, el alguna vez próspero clan Si se estaba desvaneciendo gradualmente, sin signos de resurgimiento.

Su talento innato era bastante alto y no estaba dispuesto a aceptar que solo viviría un siglo antes de reencarnar. Fue entonces cuando recordó que devorar al conejito de la luz de la luna podría otorgarle la vida eterna.

Desafortunadamente... ¡El conejito se escapó!

Mientras Si Kongle buscaba al conejito, puso su mirada en varios reyes Yokai. La práctica del cultivo sexual no era un secreto. En la antigüedad, muchos mortales obtuvieron un poder inmenso al fusionar su energía con los poderosos Yokai. Afortunadamente, en Ciudad J, hubo rumores de que el malvado Yokai estaba causando el caos, y esto le brindó la oportunidad de acercarse al Zorro de Nueve Colas.

Sin embargo, Si Kongle no estaba preparado para el hecho de que el Emperador Zorro de Nueve Colas, Bai Xuan, ni siquiera le daría una segunda mirada. Si Kongle no era una persona común y corriente. Tenía buena apariencia y un temperamento excelente y era conocido como el prodigio del mundo del cultivo. Dios sabe cuántas personas querían acostarse con él.

No logró seducir a Bai Xuan. El Rey Lobo y el Rey Serpiente también lo trataron como aire. Si Kongle finalmente entendió. Estos peces gordos lo trataron como a un ser insignificante que simplemente estaba husmeando, y pensaban que no era digno de dedicar su tiempo a tratar.

Al comprender esta lección, Si Kongle centró toda su atención en el conejito a la luz de la luna. Buscó sucesivamente en varios lugares y, al final, se paró en la entrada de un parque de atracciones con un dispositivo de detección en la mano. Con desgana en su corazón, pensó que algún día haría que estos hombres lo admiraran. Cuando este pensamiento se asentó, el dispositivo de detección comenzó a emitir un pitido.

Los fríos ojos de Si Kongle revelaron brevemente una pizca de emoción. Se guardó en el bolsillo el dispositivo de detección del tamaño de la palma de la mano y se aventuró a entrar. Cuando encontró al conejito a la luz de la luna, ya era tarde y el conejito transformado estaba descansando en una mesa.

Finalmente, las cosas estaban empezando a mejorar. La mirada de Si Kongle se oscureció e inmediatamente activó un artefacto mágico para protegerse de miradas no deseadas. Estaba listo para capturar al conejito cuando menos preparado estuviera. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de tirar el artefacto, el chico en el medio de repente se transformó en su forma original y salió disparado como un rayo blanco.

Tang Tang recibió la notificación del sistema y se transformó instantáneamente, corriendo. La mayoría de los Yokai preferían usar sus formas originales para las peleas, ya que era más conveniente. Mientras cambiaba a su forma original, la velocidad del conejito a la luz de la luna aumentó dramáticamente y desapareció de la vista de Si Kongle en un abrir y cerrar de ojos.

"¡Maldita sea!" Si Kongle apretó los dientes y rápidamente lo persiguió.

La gente alrededor permaneció ajena, todavía echando miradas furtivas a la mesa vacía, completamente inconscientes de que el suave y dulce chico ya había desaparecido.

Después de un momento, los Yokai regresaron con su comida y bebidas pero no encontraron rastro de su adorable conejito. Fruncieron el ceño y los olores en el área se mezclaron, pero los rastros dejados por el artefacto no escaparon a los agudos ojos del Yokai. Los hombres se pusieron instantáneamente en alerta máxima.

Del otro lado, el pequeño conejito blanco que corría saltó y evitó por poco una brizna de luz que rozó su pelaje, dejando algunos mechones flotando en el aire. Tang Tang abrió mucho sus ojos de conejo y su esponjoso pelaje blanco se hinchó hasta convertirse en un desastre.