𝐓𝐇𝐄 𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐖𝐎𝐌𝐀𝐍 ~ 𝐑𝐎𝐌𝐀𝐍 𝐑𝐄𝐈𝐆𝐍𝐒 𝐗 𝐑𝐇𝐄𝐀 𝐑𝐈𝐏𝐋𝐄𝐘 ; 𝐖𝐖𝐄

𝐓𝐎𝐖 |𝟓𝟔

𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐎𝐌𝐍𝐈𝐒𝐂𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄

La latina tomó el lazo que Max le aventó, los chicos los vieron lanzar el lazo, dejaron que las potrancas corrieran por el lazo, y así las agarraron por las patas traseras para luego enrollar su cuerda en la cabeza de su silla para jalarlas reduciendo gradualmente la velocidad de las potrancas hasta que se estas se detuvieron por completo. Vieron como Maddy bajó del pura sangre y se acercaba a Rhea, se sobresaltaron cuando Perséfone bufó poniéndose a la defensiva al igual que Valkyria lo hacía y lo próximo que vieron fue a Damian bajar de la otra potranca.

—Rhea, debes de bajar, ¡ahora! – le gritó Maddy cuando vio como Valkyria miraba fijamente a Perséfone.

—No puedo, mi pie izquierdo se atascó en esta cosa – se quejó tratando de sacar su pie.

—Te ayudaré a sacarlo, pero en cuanto este libre tienes que bajarte.

—¡Solo ayúdame!.

—Trata de tranquilizarte que Persé está sintiendo todas tus emociones y eso no es bueno.

—Maddy, solo ayúdame – pidió con su voz entrecortada.

—Ya lo hice, ahora dame tu mano para ayudarte a bajar – le sonrió.

Su sonrisa no duró mucho cuando Perséfone comenzó a girar sobre sus posteriores y lanzar una coz e incluso trato de patear con sus manos.

—Baja ahora, solo brinca – pidió.

—Tengo miedo.

—Tendrás más miedo si no bajas ahora – dijo cuando vio a Perséfone patear con fuerza el suelo con sus manos.

Rhea pegó un brinco justo antes de que la potranca pusiera sus orejas en posición recta hacia atrás y daba el indicio de que estaba dispuesta a patear o más bien si lo hizo, pateo justamente cuando la australiana cayó al suelo o bueno, arriba de Maddy.

—No era la forma en que te quería tener encima mío pero lo agradezco – sonrió divertida.

—¡Cállate! – dijo avergonzada.

—¿Me vas a callar siempre en español? – le preguntó mirándola. —Porque si es así, créeme que no pondría ni una sola queja.

—Maddy – negó tratando de levantarse pero la latina la tomó de su mejilla para luego besarla.

Rhea se sorprendió pero aún así continuó el beso e incluso mordió el labio inferior de la castaña que seguía debajo de ella. Maddy sonrió y giró para ahora ser ella quien estuviera arriba de Rhea, bajo su propio sombrero y les privó la vista a sus compañeros que estaban embobados viendo el beso que ellas compartían.

—¿Qué haces? – preguntó Rhea con confusión.

—Tenemos admiradores.

—Déjalos que vean, así sabrán que tengo más privilegio que ellos – Maddy la miró con una ceja alzada y asintió cuando Rhea retiró el sombrero para luego ser esta misma quien iniciaba otro beso.

Ambas sonrieron entre el beso, rieron al escuchar las exclamaciones de sus compañeros y fueron malas; malas en el sentido de que los provocaron al hacer del beso uno más intenso, y cadente a los anteriores y es que fue un beso que incluyó una guerra entre sus lenguas y por supuesto un par de jadeos provenientes de ambas féminas.

—Eso fue candente – dijo Damian que había presenciado todo en primera fila.

—Lo fue – susurró Rhea sobre los labios de la latina.