𝐓𝐎𝐖 |𝟏𝟎𝟎

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𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐎𝐌𝐍𝐈𝐒𝐂𝐈𝐄𝐍𝐓𝐄

—Decrétalo – le dijo el doctor al enfermero.

—Fecha y hora de la muerte, cinco de agosto del dos mil veintitrés a las diez y media de la noche.

—Bien, es hora de ir a informar a sus familiares – dijo el médico.

Ambos salieron del consultorio y al salir a los pasillos, vieron a todos esos luchadores y luchadoras que habían estado esperando por la chica.

—¿Familiares de la señorita Madeleine Guerrero? – preguntó el doctor.

—Somos todos nosotros – respondió Triple H.

—Lamento informarles que la señorita Madeleine – hizo una pausa al tener todas las miradas sobre él. —La joven falleció, lo siento mucho. Hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos, pero lamentablemente el golpe que sufrió en la cabeza fue muy fuerte.

—¿Hicieron todo lo que estuvo en sus manos? – le preguntó Bianca. —No, no hicieron absolutamente nada, porque si lo hubieran hecho, mi mejor amiga estaría con vida.

—Bia – le dijo Montez tratando de calmarla.

—¿Estaría con vida? ¿Ella murió? – preguntó un Matthew Adams a espaldas del resto.

—¿Qué estás haciendo aquí? – preguntó Montez, intentando abalanzarse sobre el australiano.

—¡Kenneth! – le gritó Bianca, tratando de calmarlo.

—¡Ya basta! – exclamó Liv. —No, ella no está muerta, lo sé, siento a mi otra mitad y sé que no está muerta – dijo antes de entrar en el consultorio.

𝐌𝐀𝐃𝐃𝐘 𝐋𝐀𝐔𝐑𝐄𝐑

Abrí lentamente mis ojos, pero tuve que cerrarlos al ver una luz blanca demasiado intensa. Al enderezarme, llevé la mano a mi nuca debido a un fuerte dolor. A pesar de ello, me puse de pie y avancé por un pasillo. Abrí los ojos con sorpresa al ver fotos mías con mis padres y mi padrino Chris. Las lágrimas brotaron al escuchar sus voces en unos videos que colgaban de los cuadros.

—Ya despertó – me sobresalté al escuchar una voz cerca de mí.

—¿Mamá? – pregunté sorprendida.

—Sí, cariño.

—¿Dónde estoy? – pregunté confundida.

—En este momento, estás entre la vida y la muerte – dijo una voz a mis espaldas.

—¿Papá? – lo miré.

—Sí, soy yo, mi latina heat – sonreí al escuchar sus palabras.

—Papá, qué ganas tenía de abrazarte – dije antes de salir corriendo hacia sus brazos.

—Lo sé, me has echado mucho de menos; tanto como yo a ti, mi pequeña mamacita.

—¿Y para mí no hay un abrazo? – pregunté, mirando por encima del hombro de mi padre.

—¡Padrino! – grité para después correr hacia él.

—Qué bien, Chris robándome los momentos con mi hija – se quejó mi papá.

—Eddie – reí cuando mamá lo golpeó en el brazo.

—¿Podría quedarme con ustedes? – les pregunté.

—Todavía no es tu momento, mi mini mamacita – me dijo papá.

—Pero los extraño – dije con lágrimas en mis ojos. —Es muy difícil estar sin ustedes – confesé.

—No nos hemos ido, siempre estamos contigo, mi lucecita – me dijo mi padrino.

𝐓𝐇𝐄 𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐖𝐎𝐌𝐀𝐍 ~ 𝐑𝐎𝐌𝐀𝐍 𝐑𝐄𝐈𝐆𝐍𝐒 𝐗 𝐑𝐇𝐄𝐀 𝐑𝐈𝐏𝐋𝐄𝐘 ; 𝐖𝐖𝐄Where stories live. Discover now