Capitulo 38

166 12 1
                                    

Siento que retrocedí en el tiempo.

Nuevamente me encuentro refugiándome en Oliver por culpa de alguna disputa con Park ¿Es un ciclo constante al que no me percaté haber entrado? Es algo abrupto intentar mirar atrás y simplemente ver que tus acciones han sido en parte fruto de la rabia y la desesperación.

Ver que estoy en ese punto en el que desconoces totalmente quién eres y que puedes hacer, porque estás perdiendo totalmente el juicio es algo que te deja peor que una batalla sin armas y es así como me siento luego de discutir con él.

¿Pero quien me dijo que eso iba a terminar bien? Era consciente ¿Cuándo lo olvidé?

Insisto, no soy el tipo de persona que se permite este tipo de humillaciones, he pasado por demasiadas cosas como para tener miedo a este punto, el único miedo que tenia era que mi estatus migratorio no se regularizara y ahora mi miedo, literal, es no estar segura de ir al altar con alguien que no amo.

¿Estúpido no?

Entender el amor es muy difícil, hace como cuatro siglos nadie se casaba por amor, por lo menos nadie de la alta sociedad y ahora que me he involucrado con estas personas, nada parece haber cambiado. Todo está de mano al dinero, no hay otra manera de verlo, sin embargo, Oliver lo único que puede conseguir de mí es eso, no tengo ni en que caerme muerta, de hecho, si tenemos hijos mi nacionalidad no les servirá de nada.

¿Entonces por qué tanto desgaste?

—Amelia. —Exclama Oliver antes de entrar a la habitación del hotel donde me encuentro. Estoy sentada en el sofá de cuero negro con las manos en la cabeza, el guardaespaldas claramente está fuera custodiando que ningún reportero se cuele. Debo aprovecharlo antes de devolverle a Park lo que me otorgó, incluso si mi seguridad queda en riesgo. —¿Estás bien? —Pregunta aproximándose y tomándome de las manos para levantarme y halarme contra él.

Sus brazos me reconfortan y me siento mal porque la ultima vez que hablamos no quedamos tan bien como quisiéramos, luego de eso estuvo viajando y visitando algunas de las sucursales de comida asiática en Europa. Él desistió de la tonta idea de ponerse en contra de Park respecto a mi cuidado, y supongo que se puso a pensar en que seria de mi si el no estuviera cerca y entendió que estar bajo el cuidado de su hermano no era tan descabellado.

Él no confía en su hermano, pero apostó toda su confianza en mí estos días y lo único que hice fue burlarme mientras me revolcaba con Park, merezco el infierno.

—Estoy bien. —Respondo sin mucha emoción.

—Me parece todo lo contrario. —Dice sonriendo y acunando mi cara con ambas manos. —Pero creeré todo lo que me digas.

Basta, no lo arruines más o me martillaré hasta la muerte.

El perfume de Oliver causa en mi ese sentimiento de confort, es como una mezcla entre lavanda y madera, todo lo apuesto al perfume de Park, jamás había olido algo tan delicioso y tan atrapante como ese aroma delicioso que luego de tanto tiempo lo caracteriza.

—¿Quién pudo haber hecho esto? —Pregunto quejumbrosa. —¿Le contaste a alguien?

Lo siento, no quiero culparte.

—Amelia, respeté desde el primer momento que no quisieras revelar nuestro compromiso de inmediato ¿Por qué rompería mi promesa? —No le respondo, sin embargo, el suspira y relaja los hombros. —De igual manera, si quieres encontrar al culpable me encargaré de inmediato, pero, tarde o temprano debíamos afrontar esto ¿No?

Yo asiento y lo miro. —Ha sido muy poco tiempo. —Susurro porque siento un nudo en la garganta que no me deja hablar con claridad.

—Todo estará bien. —Dice abrazándome con fuerza. —Lo superaremos.

Mr. Park © #PGP2024Where stories live. Discover now