家賃 ┊❛❛A Chifuyu nunca le ha gustado romper sus promesas, pero cuando hace una que sabe no puede cumplir, hace hasta lo imposible por no dañar la ilusion de su hija de 7 años.
Es por eso que contrata a Baji Keisuke durante 24 horas, para que vaya a...
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Ya habían pasado alrededor de cinco días y Keisuke aún no mostraba indicios de querer despertar. Aunque sus signos vitales estaban estables y la bala no había comprometido órganos importantes, el doctor no pudo darle un diagnóstico realmente satisfactorio.
Debido al estado de salud tan débil que tenía Keisuke en aquel momento y la fiebre alta que presentaba durante el disparo, la pérdida de sangre agravó aún más su situación, por lo que, dadas las circunstancias, después de la operación, los doctores tomaron la decisión de inducirle un coma para ayudar en su recuperación.
Hasta entonces, los doctores no sabían si Keisuke despertaría pronto o si su condición empeoraría una vez lo hiciera, y de alguna forma, eso destrozaba un poco más las esperanzas de Chifuyu.
— ¿Por qué no vas a casa y descansas? —Susurra Manjiro preocupado, acariciando la espalda de Chifuyu de arriba-abajo.— Ken-chin se quedó con Jade, puedes dormir en nuestro cuarto un rato.
— Quiero estar aquí cuando Keisuke despierte. —Dice adormilado.
La salud del rubio había decaído tanto en los últimos días que, por primera vez, Manjiro consideró que Chifuyu se estaba sobrecargando demasiado. Las bolsas bajo sus bonitos ojos eran cada vez más notables y estaba más pálido, posiblemente por no haberle dado el sol en días. Casi no dormía ni comía, con la excusa de que quería ser el primero que Keisuke viera cuando despertara.
— Lo se. —Murmura Manjiro a su lado.— Pero si sigues sin dormir terminarás ocupando una camilla a su lado. —Chifuyu suspira, consciente de que Mikey tenía razón. Estaba llevando su capacidad física al límite.— Keisuke y Jade te necesitan saludable.
— Y eso lo se, pero tampoco puedo dormir. —Admite, jugueteando con sus manos, nervioso — No pude ayudar a Kazutora. No pude proteger a Jade de Ryusei y ahora... —Levanta la mirada y observa fijamente el número de la placa de la habitación, sintiendo su labio temblar por el llanto.— Quiero sentir que ayudo en algo...
Manjiro suspira con tristeza y abraza a Chifuyu, palmeando suavemente su espalda a modo de consuelo.
— Ya ayudas en mucho. —Susurra, acariciando el cabello de Chifuyu suavemente, mientras le permite llorar en su hombro.— Lo que paso con Kazutora no es culpa de nadie. —Le asegura.— Probablemente, él debe de sentirse igual de molesto que tú, sabiendo que está en esa camilla, sin poder despertar y asegurarse que Jade está a salvó.
Claro que Manjiro también lamentaba el triste estado de salud de Kazutora.
Los golpes que recibió habían sido contundentes, sin contar la puñalada en el costado entre sus costillas. Los médicos aseguraban que el hecho de que aún siguiera con vida ya era un milagro y que, aunque mostraba indicios de sufrir una muerte cerebral, esperaban que solo se tratara de un coma.
¿Cuándo despertaría? Era un misterio; sin embargo, aún había esperanzas de que Kazutora pudiera continuar su vida con normalidad una vez saliera de su sueño profundo.
