Capítulo 35: Tres días.

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Respiro profundamente un y otra vez, esperando a poder tranquilizar mis notables nervios. Aún no me descubrió nadie, si quiera sospecharon pero no quiero cantar victoria ahora que me encuentro un poco más cerca de la verdad. Cualquier tontería podría suponer algo más grave y un absoluto fallo total.

El grupo de jovenes con el que me encontraba y yo seguimos a Alexander por un oscuro pasillo de este ruidoso e diminuto local hasta llegar a la pequeña habitación en la que nos encontramos ahora. Estamos sentados alrededor de una mesa circular encabezada por mi padre, Nathan, Harry y dos chicos más están aquí también, al igul que Kelly y mi hermana. Esto me recuerda a las anteriores reuniones de arphoniste que he recordado una y otra vez, me siento en un dejavú. Por alguna razón siento que ya he estado aquí.

- Tres dias - empieza Alexander.

Esas dos palabras logran sacarme por completo de mi trance. Tres días. Eso es lo que queda para que llegue mi fin o bien un paso más en mi vida, una vez logre salir de esa podré con todo ya que un disputa entre arphoniste no se presenta todos los días, ya que mis posibilidades de salir viva de esa batalla son casi nulas. Ese movimiento es el que necesito para darme cuenta de que soy fuerte, más fuerte de lo que imagino. Solo quiero llegar al día y que pase, para poder así despertar de esta maldita pesadilla, para poder así dejar de poner en peligro a la gente que quiero. Solo quiero despertar y que todo sea como antes... Que sea como antes añadiendo un detalle más, que Harry siga en mi vida. Es lo que más temo, que después de todo acabemos distanciados sin el uno con el otro, tras pasar tanto tiempo son él es como si ya formase parte de mi vida, como si ya formase parte de mí, de Hope Sullivan.

- ¿Qué tal vais con vuestas presas? - prosigue.

Mi mirada se detiene en Nathan el cual no habla pero con su gesto me doy por entendida. Me gustaría saber cómo conoció a Kelly y cómo diablos hizo para que no saliese corriendo. Le oculté todo este mundo al que pertenezco por su seguridad y por miedo a ver su reacción pero al parecer, a Nathan no le ha sido dificil introducir todos esos nuevos conceptos y conocimientos en su vida. Los otros dos chicos asienten cuando Alexander pasa su mirada por ellos por lo que sigue hasta Harry.

- He oído que regresaste de Inglaterra con el fin de encontrar a la perditam - pausa soltando una sarcástica risa - Espero que no hayas sido tan imbécil y que por lo menos tengas un plan b - finaliza Nathan.

- Ir a por la perditam es ir a por tu muerte - dice uno de los dos chicos desconocidos. - Estás muerto.

Harry sigue sin mostrar alguna expresión, su rostro está serio como si en su mente estuviese maquinando un plan o bien algo que decir.

- Harry, tienen razón. Yo intenté obtener la ayuda de la perditam por las buenas y aunque la consiguieses, ¿estás seguro de que estaría dispuesta a ayudarte?- dice Alexander a la vez que se inclina sobre la mesa. - Por mucho que consigas dejar de ser un arphoniste seguirás siendo un monstruo, estamos destinados a serlo.

Yo cambiré eso. Pienso.

Le prometí que le ayudaría, que lucharíamos juntos por conseguir la libertad de su alma. Me prometí a mí misma liberar a Harry de su oscuridad, liberarle de la vida que le había tocado lidiar. Por otra parte las palabras de mi padre confirman lo que pensé durante este tiempo, su última visita fue por interés. Puro interés propio. Me tienen etiquetada como a un objeto, uno de gran valor que tienen obtener para salvar su culo pero, después de eso ¿qué será de mí? He estado tan centrada en los demás que se me pasó algo importante, mirar por mí.

- Qué tiene esa perditam que no tengan los demás? - pregunta Dakota.

- Librarnos de seguir con la vida que nos ha tocado lidiar hasta ahora - contesta uno de los jóvenes.

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