Capítulo 42: Quédate

537 57 11
                                    

No te vayas, quédate.

Hasta ahora nunca supe lo mucho que necesitaba oír esas palabras, y no de cualquiera, sino que de él. Harry es como una roca cuando de sentimientos se trata, nunca he llegado a entender como se siente respecto a mí o mejor dicho, nosotros. No muestra atisbo de emoción y yo tampoco me atrevo a preguntar. No puedo guiarme por el lenguaje de su mirada ya que ésta se encuentra apagada, no hay nada que me aproxime a esuchar lo que grita desde su interior.
Es de las pocas veces que me siento más cercana a él, de las que por muy pequeña que sea la probabilidad siento que le importo y no sólo como una amiga sino que tal vez y solo tal vez haya algo más. O tal vez me esté posicionando a lo alto de una colina para luego caer, siendo empujada por la realidad.

Le miro, sentado el borde de la cama mirando hacía arriba con un par de mechones revueltos sobre sus ojos. Sigue sosteniendo mi muñeca de la misma manera que sostiene su mirada con la mía, volviendo de nuevo a la atracción anterior, volviendo de nuevo al ambiente cargado de emociones.

— No me voy.

Y por una vez no es la razón la que habla sino que mi corazón.

Se levanta, quedando a escasos centímetros de mi rostro y por la intensidad de su mirada puedo asegurar que no soy la única que quiere que pase sino que a él también le urge el deseo. Baja su mirada a mis labios y eso es lo que buscaba, la señal que me garantiza que quiere esto tanto como yo. Cierro el espacio, ahora somos uno.

Quien iba a decirme que el tacto de sus labios iba a ser tan suave teniendo en cuenta la rudeza de Harry, su alma salvaje. Nuestros labios se mueven en armonía como si hubiesen estado planeando esto todo este tiempo. Sus fuertes brazos se aferran a mi cintura y yo no dudo en enrollar mis brazos en su cuello dejando que una de mis manos suba a su cabello, tiro de él y él tira de mí hacia él, me veo obligada a dar un par de pasos detenidos por mi espalda en la pared.

— Nena... - susurra cuando tiro de su pelo de nuevo.

Se separa un par de centímetros y cuando miro sus ojos sé que he activado algo en su interior. Me siento atraída a ese algo, me siento atraída hacia él. Vuelve a abalanzarse contra mis labios como si hubiese escuchado el suplico en mi mente resonando. Esta vez no me beds de forma suave sino que percato un tono brusco, posesivo, con fuerza que recorre mi interior con forma de descarga eléctrica.

— Joder - mascullo cuando sus dientes capturan mi labio inferior y presionan ligeramente.

Me coge de los muslos y me eleva, haciendo que una vez arriba enrolle mis piernas en su cintura me presiona contra la pared y si no había perdido aún la cordura ahora desconocía esa palabra. Ataca mi cuello, de lleno a mi punto débil y me pierdo. Desconecto mi parte racional, pongo en modo avión mi cerebro, no quiero que me moleste como acostumbra a hacerlo.

— He imaginado tantas veces esto - susurra contra mi cuello, erizando mi vello.

Camina hacia su cama, posicionándose encima mío una vez estoy tumbada. Pasa su pulgar por mi rostro a modo de caricia. El deseo de su mirada me embragia y sin darme cuenta me dirijo a su cuello.

— Hope...

Y ahí explota la burbuja. Mierda.

Mi cerebro ganó la batalla y ahora se encuentra gritando qué demonios me pasa. Ahora que soy consciente el ardor de la vergüenza invade mi cara.

— No quiero decir que lo siento porque no lo hago.

— No hay nada que sentir - dice con su voz ronca.

Hay algo prioritario que tengo que dejar de hacer y eso es dejar de decir lo que pienso sin filtros porque una vez más, no me di cuenta de que lo dije hasta que esuché las palabras salir de mi boca.

Dark Side |HS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora