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STEREK: Arresto Domicilirio P.2

Sentía unas manos cálidas peinarlo y que acariciaban su mejilla, aunque sentía que su cuerpo había dejado de doler un poco, aquellas caricias que venían dándose desde hace algún tiempo atrás, tal vez días, no sabía con certeza, solo sabía que no podía despertar, ni siquiera abrir los ojos para ver aquellos ojos verdes y pelo negro hacia arriba que lo mimaban.

Pero ahora sentía la suficiente fuerza como para despertar y poder observarlo. Con algo de esfuerzo abrió lentamente sus ojos, al principio la luz blanquecina que provenía del techo lo cegó que tuvo que cerrar sus ojos, pero luego ya se acostumbraron y aunque había dejado de sentir las caricias se sentía realmente bien. Pero a su lado no estaba el dueño de los ojos verdes con cabellera negra, este era castaño y los ojos llenos de preocupación.

Stiles quiso hablar pero su padre fue el primero en decir alguna cosa.

--lamento lo que te sucedió—Stiles trato de hablar para que su padre no diga nada de eso, pero su garganta la sentía cerrada—se que no he estado para ti como le debí haber hecho, sé que es mi culpa que estés en este estado porque no estuve en ese momento para protegerte, te descuide desde hace un tiempo, me aleje cuando más lo necesitabas, todo en lo que te convertiste fue por mi culpa, yo debí estar ahí para que tu herida sanara, pero decidí curar mi herida con el trabajo en vez de curarla con la familia, con lo único que me queda y eso eres tu Stiles, lamento tanto ser tan mal padre. ¡Lo siento mucho!

Sentía como lloraba al igual que su padre pero su garganta aun seguía doliendo un poco, tal vez por el tiempo que había estado durmiendo largamente, escucho como su padre volvía a carraspear y se levantaba de la silla en la que había estado sentado.

--los doctores dicen que no despertabas porque dentro de ti no lo querías hacer—Stiles vio en dirección a sus manos—Stiles, te quiero mucho, eres mi hijo, y prometo volver a ser como era antes, como cuando éramos una familia que tenía sus altos y bajos pero que siempre lo solucionábamos juntos. Ahora va a pasar alguien que ha estado contigo desde hace cinco días, no se ha despegado ni un momento y es a quien le debo que estés aquí todavía conmigo.

Su padre le dio un cálido beso en la frente, haciendo sonreír tímidamente a Stiles, luego se alejo hacia la puerta y la abrió con cuidado, luego salió dejando la puerta abierta.

Y entonces diviso aquellos ojos verdes y esos fuertes brazos que lo habían cargado hace unos días para salvarle la vida, veía el ceño fruncido pero la mirada llena de preocupación.

--como estas?—le pregunto a los que Stiles intento hablar—estas en modo mutismo?

--solo...--y le vino la voz--...siento un poco reseca la garganta, nada más.

--estar inconsciente por cinco días ha dejado que sobrevivamos a casi una semana sin tu bocaza—Stiles rio por lo bajo, era la primera vez que escuchaba a Derek decir algo así como un chiste—pero me alegra de que vuelvas a hablar.

--pensé que odiabas que hablara de mas—Stiles se encogió de hombros.

--si, pero más odio verte postrado en una cama sin saber que algún día despertaras—de solo escuchar eso, su cuerpo se estremeció—cuando te encontré en la parte delantera de tu casa, casi desmayado, pensé que te habían golpeado alguna parte de la cabeza y llegue a pensar lo peor, pero comprobé que respirabas y tu pulso estaba un poco lento pero sobrevivirías, pero no escucharte fue lo peor, mas que sea quería que dijeras alguna estupidez por tus locas hormonas de juventud y por tu momento de rebeldía porque el cual estas pasando.

--sabemos que no es rebeldía de edad—Stiles lo observo.

Derek no se sentó en la silla donde anteriormente estaba el padre de Stiles, el pelinegro se sentó a un lado en la camilla del castaño y cogió ambas manos del menor.

--se que es difícil atravesar una pérdida de esa magnitud—Stiles sintió un dedo de Derek sobre sus labios para callarlo—sabes que mi familia falleció hace tiempo, todo fue de mal en peor cada día que pasaba, entre a la policía porque era el único motivo de no estar con ellos pero detrás de una celda, y entonces conocí a la persona que me hizo cambiar, conocí a quien me hizo ver la vida de una manera diferente, quien con su sonrisa me hacía sentir vivo y que tenía un motivo para seguir adelante, te conocí a ti Stiles, eras un mocoso que me hacia doler la cabeza por momentos pero que eras el único que me sacaba de ese mundo lleno de tinieblas el cual lo alumbrabas con simplemente hablarme.

>>cuando me entere del accidente de tu madre de la muerte de tu madre, intente estar contigo para que no cayeras en lo que yo caí, pero fue tarde, ya habías caído y no estuve ahí para ti cuando tu estuviste para mí en todo momento que te necesitaba, sin saber que eras el único que me mantenía con los pies sobre la tierra, cuando escuche sobre tu arresto domiciliario pedí a tu padre y a la jueza que me pusieran como el oficial de guardia para cuidarte, protegerte y estar a tu lado, porque sabía que me necesitabas. Pero volví a llegar tarde.

--no lo hiciste—escuchar su propia voz quebrada a Stiles, hizo que secara sus lagrimas que estaban cayendo a borbotones—llegaste justo a tiempo.

--¡te golpearon, Stiles!—ahora parecía algo desesperado--¡esos infelices me las pagaran!

--no quiero que hagas nada—le advirtió Stiles—solo quiero que hagas algo por mi.

--lo que sea—Derek acaricio la mejilla de Stiles quien se estremeció al recordar los toques mientras estaba inconsciente.

Stiles no dijo nada solo quedo observando los ojos verdes de Derek, luego la barba un poco crecida, los colmillos como se asomaban ante la boca entre abierta del mayor, de a poco el pelinegro se fue acercando al menor, la respiración de ambos chocaban contra ambos rostros, las manos del castaño fueron hacia el rostro del de ojos verdes mientras que las de Derek acariciaban la mejilla de Stiles. Hasta que sus labios se rozaban.

--estaré para ti siempre que lo quieras.

--lo quiero ahora—respondió—te quiero conmigo ahora Derek.

--y aquí estaré.

Sus labios se posaron en el del otro sellando aquella promesa que batallaran por cumplirla, no estarán más tiempo solos, dos personas que han pasado por el mismo dolor saben cuan mal está el otro y saben cómo arreglar y curar aquellas heridas aun abiertas.

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