SCIAM: Mi mecanico favorito

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¿Cuánto puede ganar un simple Doctor?, ¡la casa era una maldita mansión!, cuando regrese a casa debo recordar agradecerle a Stiles que le haya hablado a Carlos Dumbar sobre mí, se que ganare un gran dinero arreglando una pequeña falla de cualquier automóvil que tengan aquí, de seguro han de tener como cuatro, uno para cada persona que vive aquí.

Las puertas grandes se abrieron dejándome ver un hermoso jardín, camine por un sendero rocoso, hasta la puerta principal de la mansión, estaba listo para golpear la puerta cuando escucho un silbido a mi costado.

Un hombre de piel morena y cabello súper corto, con una bata típica de los doctores, era delgado y un poco alto, me hizo seña para que lo siguiera y eso hice. Al parecer él era el hombre del cual Stiles me había hablado, caminamos hasta la parte trasera, ni siquiera me dijo su nombre solo se limito a saludarme y caminar apresuradamente.

Llegamos hasta una cochera donde descansaba un jeep Wrangler, un Honda sedan, un deportivo Ford Gt que me dejo con la boca abierta de lo bien cuidado que esta, era una majestuosidad en todo su esplendor, el hombre me dijo que le dé una mano al Jeep.

--por favor si puedes pon todas las piezas metálicas indestructible para que mi hijo no lo dañe tan seguido—de seguro a de ser los típicos chicos fresas que se creen más que los demás solo por tener dinero—te dejo porque tengo que ir al hospital.

--no se preocupe—le dije sonriendo.

--Caroline—llamo.

De la puerta que dirigía a la casa, salió una mujer rubia con grandes curvas, era hermosa, cuando me observo no dude en sonreírle, me guiño y luego fue hacia donde su esposo, estuve a punto de girarme cuando la puerta se abre nuevamente.

--¿puedo salir por la tarde?—dice quien sale de la casa.

Mi boca casi cae al suelo, era un muchacho, tiene el cabello castaño, ojos verdes grisáceos, no es tan alto, parece adolescente, pero solo está con un pantalón deportivo que cuelga de sus caderas dejando ver su trasero redondo y firme, su abdomen marcado por aquellos cuadros perfectos y trabajados, está un poco sudado, ha de estar haciendo ejercicio.

--claro que no Liam.

--¿pero porque?—el reclama.

--ya te dije que el mecánico esta aquí y tienes que quedarte hasta que termine el trabajo—le advierte el hombre.

Cuando me observa siento mi entrepierna despertar de a poco y trato de cubrirme con la caja de herramientas, me observa de arriba abajo y luego de la nada se encoje de hombros y entra de nuevo a la casa.

El hombre me dice que empiece lo más rápido posible y eso es lo que hago apenas escucho aquel deportivo alejarse de la casa.

****

Me limpio con el dorso de la mano el sudor que baja por mi frente, termine de arreglar el Jeep, aunque no había mucho que hacer solo era un cambio de neumáticos, cambio de aceite y los amortiguadores, comienzo a guardar las herramientas en la caja de herramientas que había traído y espero al dueño de la casa.

La puerta nuevamente se abre y detengo el gemido que quiere salir de mi garganta.

El castaño ha vuelto pero esta vez no tiene el pantalón deportivo, esta vez solo tiene unos ajustados calzoncillos, esos que usan los integrantes del equipo de natación para las olimpiadas, observo la V que se forma en sus caderas, la ropa que tiene es tan pequeña que puedo notar que está totalmente depilado, es de color negra y marca su bulto delantero y está totalmente mojado.

--mi padre dice que lo esperes en el jardín—me habla, su voz es ronca y juvenil, cosa que me enciende—acompáñame.

No puedo evitar ver su trasero, como se mueven al compas de sus caderas, como si se estuviera meneando solo para mí, como si me estuviera desfilando aquella tanga que lleva, rodeamos la casa y entiendo el porqué esta mojado, una piscina grande esta en medio de aquel jardín más grande que el principal.

ONE SHOTS - ziam, sterek, etcWhere stories live. Discover now