Capítulo 21

2.2K 182 45
                                    

Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Capítulo 21

Usualmente siempre pienso las cosas antes de hacerlas, la mayor parte del tiempo lo hago para no meterme en problemas, aunque de vez en cuando me sale las palabras cuando veo algo que no me gusta o me enoja. En estos momentos es todo lo contrario, aunque no podría describir el sentimiento que me llena me gusta besar a Peeta y sentir sus manos en mi espalda, mi mente no esta controlando ninguna de mis acciones ya que mis manos empiezan a bajar por su pecho hasta colocarlas debajo de su camisa para tocarlo, lo siento suspirar con esa acción.

Acaricio su espalda por debajo de su camisa me gusta poder sentir sus músculos. Las manos de él dejan mi espalda para acariciar suavemente mis brazos y nuestros besos llenos de pasión se vuelven más necesarios y urgentes. Me disgusta darme cuenta que me hace falta el aire para poder respirar, así que me debato entre el aire o los besos de Peeta. Me molesta cuando siento los labios de Peeta soltar los míos, sin embargo me gusta comenzar a sentirlos en mi cuello dándome besos entre mi mentón y mi cuello, sus besos dirigen su atención a mis hombros es cuando siento como suavemente baja uno de los tirantes de mi vestido que cae con ayuda de la mano de Peeta, los besos dejan de serlo para convertirse en suaves mordidas, me sorprendo que me guste esta acción. Cierro los ojos permitiéndome disfrutar por lo que está provocando por todo mí ser, siento como el tirante que se sostenía de mi hombro derecho cae como el otro y los labios de Peeta, los marca como suyos.

Ya no siento los labios de Peeta recorrer mis hombros abro los ojos para ver la razón me extraña ver que me está observando con expectativa. Supongo que esperando mi respuesta, pega su frente con la mía durante un rato permanecemos así hasta que él se levanta y toma mi mano para ayudarme a pararme. Sé, a donde quiere que vayamos porque en el momento que nos observamos él se percato que yo quería más, más besos, más caricias, más de él. Sin embargo antes de que algo suceda mi estómago se hizo escuchar. Peeta me observo divertido, ya que seguro yo estoy totalmente roja.

-- No has comido nada- no fue pregunta fue afirmación.

-- Estoy bien- le digo.

-- Vamos a buscar que comprar para cenar- me dice.

-- Peeta- le hablo cuando va a buscar su cartera.

-- Katniss...para se sincero yo también tengo hambre- me dice con una sonrisa tímida.

-- Ya vez, estaba totalmente en lo cierto- le digo.

-- ¿Sobre que?- me pregunta extrañado.

-- Que tu no te aprovecharías de mi- le digo intentando que mi voz no suene decepcionada.

-- No me tientes- me dice. Medito detenidamente si debería hacerlo pero mi estómago vuelve a interferir.

Talvez la noche resulto muy diferente a lo que ambos esperábamos, sin embargo resulto mucho mejor. Durante la cena él quería que le contara todas las historias que recordara de mi Papá, le intente contar solo las cosas felices que recordaba de él. Peeta parecía muy interesado y divertido con lo que me escuchaba decir, después de la cena regresamos a la cabaña, para ese momento yo ya me sentía cansada igual que Peeta y sin cambiarnos nos acostamos abrasados.

La siguiente mañana Finnick quería darnos un recorrido por el Distrito 4, ya que en si solo habíamos visto la playa y el malecón, así que después de desayunar nos llevo a un lugar donde había dejado su cámara para que revelaran las fotos que habíamos tomado. Finnick salio de la tienda dándome un sobre.

Todo por dineroWhere stories live. Discover now