Capítulo 33

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Todos los personajes pertenecen a Suzanne Collins

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Capítulo 33

-- Y díganme ¿Quieren compartir otra ves la cabaña?

Me zafo de su brazo volteando nerviosamente a ver a mi Madre y a Prim las cuales están muy entretenidas platicando con Annie, o más bien Annie solo responde si o no a las preguntas entusiastas de Prim. Me alivia que no hayan escuchado nada.

-- Ya tranquila solo fue una broma- me dice.

-- No fue divertido- dice Peeta muy serio.

-- Perdón- dice Finnick inmediatamente- ¿Qué se traen ustedes dos? andan muy raros.

-- Nada- le digo cortante.

Como las cabañas tienen dos camas decidimos que Mi madre y la enfermera que mandaron a cuidar a Prim se instalaran en una, Prim y yo en otra y Peeta se instalara en una él solo. Aunque Prim tenga muchas ganas de salir a pasear la enfermera considera que lo mejor es que descanse el resto del día para que no se canse mucho, así que a regañadientes ella acepta, ya que lo que más quiere es ver el mar e ir a la boda.

A la mañana siguiente tengo que ir a acompañar a Annie a probarse su vestido de novia y aprovechando, voy a probarme el que voy a usar. Peeta, mi madre, la enfermera y Prim irían por mientras a la playa y a la hora de la comida me reuniré con ellos. Al llegar al lugar una señora ya muy anciana se acerca a Annie para abrazarla de forma muy cariñosa.

-- Ella es Mags la abuela de Finnick- me la presenta Annie al soltarse de ella.

-- Mucho gusto- le digo.

La anciana dice algo que no logro entender, pero parece que Annie si logra entenderla- Ella es novia de Peeta el amigo de Finnick.

La mujer sonríe ampliamente acercándose para darme un fuerte abrazo, con sus frágiles brazos. Desde que conozco a Peeta mi vida se ha llenado de gente que vale totalmente la pena conocer. Lamentablemente ellos me quieren porque piensan que Peeta me quiere.

La primera en probarse su vestido soy yo. Es un vestido hermoso color azul marino, de tirantes gruesos y corte, como diría Cinna, de princesa, ceñido a mi cintura, algo hermoso, pero no tan hermoso como algo que haría Cinna. La modista dice que es una suerte que no le tenga que hacer muchos cambios, ya que la boda será en un par de días.

La siguiente es Annie en probarse su vestido, Mags y yo quedamos sorprendidas en lo hermosa que se ve en ese vestido blanco de cuello V discreto y ceñido también a la cintura y con un pequeño lazo en forma de cinturón, la espalda también es de cuello V pero más pronunciado. Mientras Mags articula palabras de entusiasmo, me pongo a pensar que debería estar aquí la madre de Annie o algún familiar para acompañarla.

Nos despedimos de Mags, para dirigirnos a encontrarnos con mi familia, Peeta y seguro Finnick para comer. Me gusta Annie a pesar de ser callada su presencia es muy relajante.

-- Gracias por acompañarme a ver mi vestido- me dice.

-- Fue un placer- le digo.

-- Tenía miedo de sentirme sola este día, pero Mags y tú lograron que no me sintiera así- dice con sinceridad.

-- ¿Y tu familia Annie? ¿Por qué no pudieron venir?- le pregunto.

-- Mi familia no me apoya con lo de casarme con Finnick- dice con tristeza.

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