Capítulo 1: Maldito accidente

6.3K 475 15
                                    


No sé por qué pero tengo el presentimiento de que hoy no debería levantarme; me quedaría todo el día en la cama con Mía. Se ve tan linda cuando duerme y no tiene pesadillas que podría observarla durante todo el día sin aburrirme. Últimamente no ha tenido malos sueños y es una suerte, porque no puedo explicar cómo me mata verla despertar llorando por esas malditas pesadillas. Hoy esta soñando cosas buenas y lo sé por la pequeña sonrisa que se asoma en sus labios, se ve en paz y por eso intento no despertarla pero ella abre esos enormes ojos azules de igual modo y enseguida se encuentran con los míos.

—Buenos días, Bonita —la saludo, dándole un beso. En el último tiempo comencé a acostumbrarme a llamarla de esa forma y sabía que a ella le encantaba.

—Hola —responde aún somnolienta pero con una sonrisa radiante.

—¿Se te fueron las ideas locas de la cabeza? —pregunto con precaución, ya que anoche se fue a dormir con la idea en la cabeza de ir a buscar algunas cosas a su casa y hasta tuvimos una pequeña discusión por eso, cosa que es muy raro que tengamos.

—Por favor, será solo un momento. Entro, busco mis cosas y salgo. Nunca hay nadie en casa, te prometo que todo estará bien.

—Es peligroso, Mía —digo con seriedad—, para el mundo estás desaparecida, ¿qué pasa si alguien te ve?

—Nadie me verá, Alex. Iré con cuidado.

— Por favor, no lo hagas.

No dice nada, solo me abraza y se queda mirándome. Han pasado unos dos meses desde que nos escapamos juntos; en todas las calles hay fotos de Mía y debajo de ella en letras grandes dice: «DESAPARECIDA», yo también estoy desaparecido pero nadie sube una foto de mí, no soy tan importante. Las únicas veces que he sabido que he aparecido en televisión es cuando en esos programas estúpidos de farándula sacan sus teorías aún más estúpidas de que yo la secuestré; cosa que no he hecho porque nunca la he obligado a nada, solo le pregunté si quería vivir conmigo y ella aceptó. Le expliqué todo lo que eso significaría y aun así, volvió a aceptar.

Su madre nunca aprobó nuestra relación, aunque eso no fue solo porque tenía pinta de ser rebelde. La verdad, todo era un poco más profundo que eso, todo giraba en torno a la relación que ella mantuvo con mi padre cuando yo era pequeño. Ellos nunca lo supieron pero yo tenía muy claro que eran amantes, y si nunca dije nada fue porque no quería hacer sufrir a mi madre. Por mucho tiempo odié a mi padre, hasta que después de muchos años, logré perdonarlo.

Christian, mi padre, al parecer le rompió el corazón a Sarah y ella, en su depresión por haber perdido a su hija mayor, se llevo a Mía lejos de mí. Me separó de mi mejor amiga y además, quiso convertirla en todo lo que era su hermana. Fue por eso que cuando volvió no teníamos nada en común y me mantuve alejado de ella hasta que descubrí que esa era la gracia de todo; los opuestos se atraen y eso quedó perfectamente demostrado en nosotros.

Me propuse enamorarla y puedo decir con orgullo que lo logré. Pero no todo podía ser tan perfecto y su madre seguía negándose a nuestro noviazgo; tanto así que le consiguió a Mía una beca para irse a estudiar Artes a Francia. A pesar de que siempre soñó con algo como eso, mi bonita sabía que esa era la forma que tenía su madre de separarla de mí y rechazó la beca, lo que claramente sacó al demonio que llevaba dentro mi suegra y Mía decidió escaparse conmigo.

Mirándola me quedo dormido mientras la protejo con mis brazos, nunca me cansaré de esto. La sensación de tenerla a mi lado es demasiado maravillosa.

Cuando despierto ya no está a mi lado; supongo que debe estar leyendo o escribiendo alguna cosa como le gusta hacer en las mañanas. Decido no molestarla ya que me encanta que haga esas cosas, siento que cuando seamos más viejos podríamos leer nuestra historia de amor adolescente y sería genial. Me doy una ducha y me afeito los pocos vellos que nacieron en mi cara hace unos días, luego salgo a buscarla pero ella no está en el living, tampoco en la cocina. Me comienzo a desesperar. No está por ningún lado.

Cuando la volví a encontrar (VR#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora