DIARIO DE UN PECADOR

Capítulo 7

Acabo de llegar y no hay nadie en casa, últimamente me siento excluido todos salen y no me invitan jajajaja pero bueno ya estoy grande como para querer salir de la mano de mamá... me la he pasado muy bien con April ella es mmmm diferente pero diferente bien.

Espero poder conocerla un poco más!

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APRIL PDV

Llegar a casa y ver a mi papá y a mi mamá acaramelados no es lo mejor del mundo, así que me he encerrado en mi cuarto para no molestarlos, espero algún día encontrar a alguien como papá...tan romántico y detallista, creo que mi mamá se enamoró de él por su forma de ser y no es que sea feo de hecho es muy guapo pero es que es como un unicornio, guapo y detallista wow mi mamá se ganó la lotería, espero tener la misma suerte!

Miro el reloj que se encuentra en la pared ya son las 10:49 ni siquiera me di cuenta que ya era tarde, el tiempo paso demasiado rápido... o tal vez es porque ya no pienso en el tiempo simplemente pienso en el momento y eso es todo.

Rebusco en mi cajón del velador para buscar un cigarrillo y mi encendedor, rayos porque no lo puedo olvidar, salgo al balcón y me siento en una esquina fría, se siente tan fría como mi corazón en estos momentos, me pregunto cuanto tiempo pasara para que yo pueda superar esto, miro hacia el cielo y recuerdo las noches que paso aquí conmigo, recuerdo cuando éramos niños y nos la pasábamos aquí fingiendo ser astrónomos tratando de estudiar las estrellas y ahora en este preciso momento estoy segura que él esta allá arriba siendo una estrella brillando y deslumbrando a las demás, así como me deslumbraba a mí, las lágrimas se apoderan de mí y el suave sollozo se convierte en un llanto incontrolable el cual nadie escuchara porque la música que suena desde la sala ahoga mi llanto y lo vuelve imperceptible.

En dos meses el cumpliría 18 y hubiera cumplido su promesa, la que hicimos cuando éramos tan solo unos pequeños pero que juramos con el corazón... me siento tan estúpida yo estaba junto a él y nunca me di cuenta de nada, de su tristeza escondida detrás de aquella sonrisa que siempre mantenía en los labios, no creo que me deje de culpar en algún momento el haberle dejado solo, el no ver las señales...

¡Maldita sea! lanzo el cigarrillo y me cubro la cara con mis manos las cuales están heladas como si estuvieran faltas de sangre, tal vez mi corazón dejo de latir así como el de él, tal vez deba tomar el mismo camino... recuerdo cuando teníamos 7 años sus papás amigos de mis padres venían a pasar aquí los domingos y algunos domingos nosotros íbamos a su casa, él venía con su hermano mayor aunque siempre fuimos solo los dos, su hermano tenía 10 y se creía muy grande para jugar con nosotros, así que nos encerrábamos aquí a jugar de todo, nunca tuve una amiga con la cual me pudiera sentir tan libre como con él, le gustaba jugar todo lo que yo imponía, su personalidad siempre fue más pacifica que la mía y yo me aprovechaba de eso aunque no de una mala forma, yo escogía los juegos y el siempre seguía mis ideas, nos encantaba hacer carpas con mis sabanas e imaginarnos que estábamos explorando áfrica y encontrábamos leones los cuales adiestrábamos y se hacían nuestros amigos, que imaginación la de aquellos tiempos, en la cual no importaba encajar o no, solo éramos él y yo.

Cuando teníamos 12 años fuimos a primer curso, a petición nuestra y después de varias suplicar en todo el verano nuestros padres nos pusieron en el mismo colegio, nuestra nueva vida como adolecentes apenas comenzaba y con mucha fuerza, mi cuerpo a esta edad ya comenzó a cambiar y mi mamá se puso más quisquillosa en que tenía que buscarme amigas mujeres ya que él comenzaría a tener amigos y no quería que me sintiera sola, pero todo lo contrario en los recreos siempre pasábamos juntos nos encantaba pasar conversando de todas nuestras adicciones televisivas de aquella época, recuerdo que a los dos nos encantaba el canal en el cual investigaban asesinatos y cosas criminalísticas, él siempre quiso ser forense, yo por mi parte le decía que no podría tener un cuerpo sin vida cerca de mí, pero él era muy decidido en una ocasión me dijo "Preferiría estar rodeado de cuerpos inertes a estar rodeado de cuerpos con vida pero con vidas sin sentido" en se momento no le di sentido pero ahora todo ha cambiado, recuerdo cada una de sus frases y las voy acumulando en un lugar muy especial de mi mente y espero nunca olvidarlas, nunca olvidare sus ojos cafés casi negros en los cual me reflejaba cada vez que conversábamos, y a él fue a quien di mi primer beso, nos escondimos en el closet y me confeso que nunca había besado una niña, lo mire fijamente y le dije que yo tampoco había besado a nadie aún, nos quedamos mirando por unos minutos más y en un impulso lo bese, fue un beso inocente cargado de miedo y adrenalina, él solo me miro sorprendido y me abrazo, en ese momento sentí que había sido un error haberlo besado, pero me susurró al odio "Nunca quise besar a una niña, pero tú eres la niña a la cual nunca me arrepentiría de besar" en ese momento sus palabras me parecieron muy dulces, aunque muchos años después descubriría el verdadero sentido de dichas palabras.