Capítulo 30

3.1K 225 41
                                    

Me levanto algo somnolienta, aun ni siquiera se ha puesto el sol pero el reloj me muestras las 5:16am me he acostumbrado a despertarme temprano así que sacudo mi cabeza tratando de alejar todos mis pensamientos y decido comenzar mi día.

Miro a Bastián que se encuentra aún dormido, él no se despierta por nada al parecer, voy hasta mi armario y elijo ropa al azar para usar hoy, ingreso al baño y me dispongo a darme una gran ducha, después de consentirme por más de veinte minutos salgo y me apresuro a secarme y cambiarme, cuando ya estoy lista coloco la toalla en mi cabello y salgo sin zapatos, él ya se despertó y se sorprende de que yo ya esté lista.

—Buenos días— dice con tono cansado mientras comienza a restregarse los ojos.

—Ya era hora— le digo a manera de juego, él se levanta y se sujeta la cabeza como si le doliera.

Lo dejo solo en la habitación mientras bajo por las escaleras, recuerdo que he dejado mi celular arriba y regreso para poder tomarlo.

Cuando entro ya no está aquí y veo que la puerta del baño está cerrada así que es obvio que está ahí, tomo mi celular cuando de repente escucho que está hablando por teléfono, sé que no es correcto escuchar conversaciones ajenas pero alejando los remordimientos me acerco a la puerta para poder escuchar mejor lo que dice

—Sí, lo prometo— dice él a manera de cumplido o algo así.

No escucho lo que la persona que está del otro lado de la línea dice pero ni siquiera quiero imaginármelo.

—La verdad que no he podido ir a verte, pero supongo que lo haré en uno de estos días, me alegra que estés bien, creo que eres quien me ancla a no olvidar lo que pasó en ese entonces— ahora no entiendo nada, con quien está hablando, pensé que con alguna novia, prometida o en el peor caso esposa...

—No lo sé, hoy que la vea le diré para que vayamos a verte, aunque no sé si ella quiera, ya la conoces— no pues si antes no entendía ahora peor, bueno ya me canse de andar husmeando así que mejor me voy igual ni entiendo nada, además debo ir a ver a mi papi, así que dejare de perder el tiempo.

Salgo de mi habitación tratando de hacer el menor ruido posible, bajo por las gradas para dirigirme a la cocina, me intriga un poco con quien estaba hablando Bastián, pero no es que me muera por saberlo, él simplemente me gusta no estoy enamorada ni muriéndome por él como para que el no saber con quién hablaba no me dejase dormir.

Preparo un desayuno básico ya que no tengo tiempo, además ya debería estar saliendo para allá y estoy muy retrasada.

Después de unos minutos veo que Bastián entra a la cocina y noto que se ha bañado y se ha puesto su traje el cual le queda a la perfección.

— ¿Quieres que te lleve? — le pregunto mientras él se sienta justo en el asiento que se encuentra frente mío.

—Mi hermana pasara por mí en unos minutos— dice mientras acomoda su desayuno que yo anteriormente había acomodado en otro de los puestos.

— ¿Estas enojado? — le pregunto ya que el día de hoy está muy cortante.

—No, en realidad solo estoy agotado, no creas...por favor no creas que me voy a enojar por el hecho de que no hayas querido tener relaciones conmigo, un consejo que te daré es que si no quieres nadie te puede obligar y sabes algo que me hizo que me gustes más fue el hecho de que te expreses tal cual, tal vez yo me apresure y no medí correctamente la situación, pero siéntete libre de parar las cosas en el momento que creas conveniente con cualquier persona, porque recuerda algo cuando es no es no y no importa quien este frente de ti si no quieres eres libre para decidirlo, eres una mujer muy inteligente y sé que esto que te digo ya lo sabias con anterioridad pero pues estaba aclarando mi punto...por cierto luces hermosa al natural— cuando termina de decir esto último hace que me sonroje inmediatamente, no soy de las que se sonrojan simplemente que lo dijo tan desprevenidamente que no me dio tiempo para captarlo con tranquilidad, amé sus palabras...aparte de ser sexy es inteligente.

DIARIO DE UN PECADORHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin