Capítulo 20

4K 223 38
                                    


MATT PDV

En el momento en que April me dijo que Frank estaba muerto simplemente comprendí cuan estúpido había sido todo este tiempo, me bastaron estas simples palabras para entender su dolor, aunque yo no he perdido a nadie cercano quiero tratar de comprender como se siente en estos momentos, la abrazo más fuerte para que pueda sentir mi calor y que sepa que no está sola, que está conmigo y puede confiar en mí, aunque pasan los segundos y la tengo abrazada siento como está tan triste que no puede ni siquiera mirarme, en cambio yo la observo detenidamente, veo como sus lágrimas brotan de sus ojos de una manera incesante que casi es desesperante para mí, quisiera que se tranquilice pero no la puedo obligar a que simplemente olvide su dolor, no sé hace cuanto murió su amigo pero por la reacción que ha tenido puedo entender cuán importante fue para ella, acaso fui tan tonto que no pude comprender o imaginarme que ella estaba mal y tuve que hacerla explotar para así obtener mi cometido, porque me pasa esto, porque a veces actuó de una manera tan estúpida que ni yo me soporto y mucho menos comprendo.

April se levanta quitándome de su lado y se dirige hasta lo que supongo es su baño, se demora unos cuantos minutos en los cuales comienzo a observar su habitación, no puedo creer que aunque antes ya estuve aquí no me fijé en esos detalles, tiene fotos colgadas en la pared de cuando ella era niña, con sus ojos grises robándose la escena en cada una de aquella fotos pero también con una gran y bella sonrisa en ninguna de las fotos esta no está sola más bien acompañada por sus padres aunque en la mayoría de ellas se encuentra acompañada de un niño el cual tal vez es Frank, tengo un poco de envidia por el simple hecho de que la haya conocido primero, tal vez estoy equivocado, tal vez estoy viendo esto de una manera errónea, April no se merece que la vea solo como un objetivo, estoy perdiendo mi tiempo debería salir a buscar aquellas chicas que si me pueden dar lo que yo necesito, pero también a veces pienso que soy estúpido por no haber compartido con alguna mujer una amistad, así como ella compartió con ese chico llamado Frank.

April sale del baño con el rostro lavado, se ve menos triste pero aunque trate de ocultarlo el dolor sigue presente y se siente en el aire, se acerca hacia mí y simplemente se sienta a mi lado.

—Disculpa— me dice, tratando de ocultar sus sollozos.

—No te preocupes— respondo, el ambiente se siente pesado y la tristeza se siente en el aire.

Me mira fijamente y yo puedo observar cuanto dolor se oculta detrás de aquellos bellos ojos grises, nunca antes había puesto atención en los ojos de las demás personas o mejor dicho de lo que transmiten, pero en este momento siento que ha sido algo revelador, acaso fui tan tonto para no darme cuenta antes, creo que por el momento ella no necesita amigos y mucho menos a alguien como yo en su vida, creo que debo alejarme de ella, ya que ni ella cumple mis expectativas ni yo cumplo las suyas, ella no será la próxima chica que lleve a la cama y yo no seré su próximo amigo, los dos solo hemos perdido el tiempo...

Observo el reloj colgado en la pared fijándome en que es muy tarde, así que simplemente me levanto y tomo mis cosas dispuesto a retirarme, ella me entiende con este simple movimiento y me acompaña hasta la salida, salgo sin despedirme solo le brindo un abrazo tratando de ser lo más amable posible para poder marcharme.

Me subo al auto y comienzo a conducir, para colmo comienza a llover, con lo alegre que está el día esto de seguro lo complementa...

No quiero irme a mi casa pero aun así lo hago, me estaciono y salgo del auto dispuesto a entrar a mi casa, pero siento como alguien se acerca hacia mí.

—Hola— me dice una linda chica pelirroja, su nombre es Rossie y es una de mis amigas de cama más antiguas.

Nos conocimos cuando los dos teníamos catorce años y desde ahí comenzamos a explorar cada uno de nuestros cuerpos, recuerdo claramente que ella me eligió para ser caballero de sus quince años y ese día tuvimos sexo sin que se dieran cuenta sus padres, lo hicimos en su habitación, ni siquiera pude quitarle el vestido pero nos arreglamos para que funcione, después bajamos como si nada y nos incorporamos a la fiesta para que nadie sospeche nada, yo hice bien mi trabajo aunque ella le conto a su grupo de amigas las cuales también cayeron en mis redes meses después.

DIARIO DE UN PECADORWhere stories live. Discover now