Capítulo 24

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APRIL PDV

Me despierto con un dolor en el pecho que me forma un nudo en la garganta, no es la reacción de un golpe sino el regreso a la realidad, siento como alguien me tiene abrazada cálidamente y recuerdo que es Matt, me doy la vuelta para ver su rostro y se ve más desalineado que de costumbre, me sorprendió bastante el haberlo encontrado ayer, veo la hora en el reloj y ya son las 4:56 me muevo suavemente para deshacerme de su agarre sin tener que despertarlo.

Me dirijo hasta mi armario para escoger que me pondré hoy, no tiene sentido escoger ropa bonita ni siquiera el intentar verme bien así que simplemente tomo un jean negro una blusa color piel y un buzo negro muy grande, voy hasta el cajón de mi ropa interior y tomo unas bragas cualquiera y un brasier, me voy hacia el baño sin hacer ruido ya que Matt aún sigue dormido.

Dejo toda mi ropa colgada y me introduzco hasta la ducha, tomo un baño largo esperando que el agua me quite toda la tristeza que hay en mí, estoy muy cansada llevo varios días apenas durmiendo y sumándole a eso esta situación cualquiera ya se habría rendido, de hecho yo ya lo hice, no tengo esperanzas y el simple hecho de ir a ver eso para mí es un suplicio, como una persona tan saludable como él le pueden pasar estas cosas, es algo irracional, no somos un juguete para que se deshagan de nosotros en el momento que les da la gana, quien dirige la vida debería tener algo de sentimientos, como rayos le quitas los seres más queridos a alguien a la que ya no le queda ni aliento para vivir.

Pienso y pienso en lo que está pasando y siento como mis lágrimas brotan, ya no hay llanto pues me he cansado de llorar ya ni la resignación me basta, estoy exhausta solo quisiera poder hacer algo, si estuviera en mis manos daría mi vida por él, la daría sin pensarlo dos veces.

Miles de recuerdos pasan a menudo por mi mente, recordando aquellos viejos tiempos en los cuales él siempre me cargaba caballito al traerme del kínder o cuando me compraba helados a la salida de la escuela, porque las personas buenas son las que tienen que sufrir, si hay millones de personas allá afuera que no merecen vivir, ladrones, violadores, asesinos, hay tanta gente que nos siente empatía alguna por los demás...porque no les sucede esto a ellos, porque siempre le pasan las peores cosas a las personas que han dado lo mejor de sí mismos.

Ya no avanzo, esta carga es demasiado pesada para mí, ya no quiero seguir.

—Me rindo...— susurro suavemente esta gran verdad, me he rendido.

Me siento en el piso de la ducha y dejo que siga cayendo el agua sobre mí, subo mis rodillas hasta mi pecho y lloro en silencio, lloro un poco más ya que es lo único que puedo hacer...llorar.

No cambia nada el hacerlo pero tengo que deshacerme de alguna manera el cómo me siento.

Después de varios minutos estando en la misma posición tomo la decisión de levantarme y terminar con mi baño.

Salgo de la ducha y me visto con la ropa que ya había elegido previamente.

Salgo del baño y veo a Matt sentado a la orilla de mi cama.

— ¿Sigues llorando, no es así?

— ¿Cuál es el problema con qué lo haga?

—No hay ningún problema, simplemente me siento inútil al ver que no puedo ayudarte, si ni siquiera sé que te sucede.

—Si te cuento no cambiara nada, todo seguirá igual y yo un poco más acabada por el hecho de pronunciar esta realidad de la cual no puedo escapar.

— ¡Rayos, dime April...dime que rayos te pasa! — me dice mientras se acerca en un microsegundo hacia donde mí y me abraza.

—No seas idiota— le digo mientras rechazo su abrazo, no quiero que me tenga lastima— no necesito un héroe que venga a salvarme, solo quiero que se termine esta mierda ¿Lo entiendes?

DIARIO DE UN PECADORDove le storie prendono vita. Scoprilo ora