Capítulo 18

4.2K 222 64
                                    

No puedo creer la noche que tuve ayer, trato d abrir los ojos poco a poco mientras se acostumbran a la luz que entra por la ventana, al parecer es un día muy bonito pero estoy tan cansada que no quiero saber nada que no sea permanecer en cama por unas cuantas horas más.

Escucho vibrar mi celular pero no sé dónde está y estoy tan cansada que no quiero buscarlo, giro entre las sabanas recobrando el calor que me otorgan y sin más caigo rendida nuevamente en un sueño profundo.

***

—April —escucho como mi madre me llama desde la planta baja, el sueño se ha ido y ya siento un poco de energía para comenzar mi día.

— ¿Si ma? —trato de hablar de manera normal y coherente mientras mi mente y mi cuerpo van fusionando habilidades después del grandioso descanso que he tenido.

—Tu amigo está aquí—escucho un silencio incomodo mientras mi mente trata de buscar un significado coherente a la frase que acabo de escuchar ¿Amigo? ¿Qué, de qué? ¿Cómo me llamo? Ajjajaja Dios ¿Qué amigo? Espero que no sea Bastián...me levanto de la cama y siendo o más positiva del mundo trato de pensar que de seguro es algún compañero del colegio, me pongo un suéter enorme para que cubra mi desudes, junto con unos shorts cómodos y unas zapatillas deportivas.

Bajo a la primera planta para ver de quien se trata y me dirijo directamente hacia la sala, lo miro ahí sentado como si nada.

—Hola— le digo acercándome a darle un beso en la mejilla.

—Hola ¿Cómo amaneciste? —me dice mientras me siento a su lado.

—Se podría decir que bien ¿Qué haces por aquí tan temprano? — le digo sin disimular mi sorpresa.

— ¿Temprano? — él dice mientras sonríe de una manera incrédula.

—Si...

—Cariño son las 11 de la mañana no sé de qué país eres pero esto en mi país no es temprano, dímelo a mí que odio madrugar—respira y sigue con su charla acerca de qué significa temprano—pero bueno, solo pasaba por aquí para ver si estabas bien.

—Me gusta dormir los domingos—no sé porque tengo que excusarme, a él que le importa si duermo hasta las tres de la tarde...pero bueno. — y claro que estoy bien ¿Por qué no he de estarlo?

—Como te fuiste con tu supuesto amigo y nunca más supe de ti pues no sabía.

—Primero que nada yo no me fui, tú me hiciste a un lado cuando llego tu Barbie llena de plástico.

— ¿Acaso estás celosa?

— ¡No! Simplemente me gusta decir las cosas como son.

—A si...tú te fuiste cuando yo ya me estaba deshaciendo de ella.

—Si claro mientras la tenías sobre tus piernas pude ver cuanto lo intentabas...

—Si vez, estas celosa acéptalo.

—No aceptare nada, y segundo yo no me fui tú desapareciste con ella yo estuve allí y luego vine a mi casa.

—Bueno simplemente me preocupe por ti—dice mientras se queda sin más respuestas lógicas acerca de que él me dejo primero...¡IDIOTA!

—Bueno pues ya viste que estoy bien, puedes irte en paz.

—Si no sabes lo en paz que me voy, dime porque no me respondiste mis mensajes.

—Porque no he visto mi celular.

—O sea me haces preocupar de esta manera y ahora te enojas.

DIARIO DE UN PECADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora