CAPÍTULO II

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Amaneció, Camila y Lauren estaban envueltas en sábanas blancas sobre la cama, Cabello abrazaba aferradamente el cuerpo de su amada y esto le causaba gran ternura a Lauren quien por cierto se encontraba despierta. La ojiverde se mantenía inmóvil y permanecía perdida en el rostro de su futura esposa. Ahora Lauren confirmaba tres cosas sobre los vampiros, en asuntos de sexo son imparables y muy intentos, los vampiros no transpiran y duermen, pero solo cuando es de día y si no han bebido una cantidad considerable de sangre al día.

-Podría pasar toda la vida observándote. -pensó la ojiverde entre suspiros.

En cuestión de segundos la claridad que entraba por la ventana comenzó a interrumpir el sueño de la morena, ella empezó a moverse poco a poco y a los pocos segundos sus ojos se abrieron con lentitud. Una sonrisa majestuosa adornó el rostro de las enamoradas en cuanto sus miradas se encontraron.

-Buenos días, Cami-drácula. -la ojiverde habló en voz baja.

-Me encanta tu voz matutina, es como...-decía e hizo una pausa al percatarse del apodo que Lauren le dijo. -espera ¿de verdad me has dicho Camidracula? ¿en serio, Lern? -cuestionó, la vampira sonreía y miraba a su prometida con el ceño levemente fruncido.

-¿No te gusta? -

Lauren comenzó a moverse de su lugar, su intención era sentarse a horcajadas sobre su prometida y cuando logró su objetivo dejó a Camila sin habla.

-Entonces... ¿No te gusta "Cami-drácula? -preguntó e inició con un juego de caricias sobre el vientre de Cabello.

La morena sonrió con picardía, poco a poco levantó su torso para quedar cerca de su amada y antes de responderle dejó un beso entre los senos de la ojiverde.

-Puedes llamarme como quieras. -murmuró seductoramente.

Las enamoradas comenzaron a besarse y abrazarse, y durante ello Félix, quien aún quería seguir durmiendo, hizo muecas de fastidio y poco a poco se levantó de la cama.

-Tengo que impedir que sigan con lo de anoche, al menos mientras este aquí. -murmuró con los ojos cerrados.

La razón por la cual Félix quería impedir que su hermana y su cuñada siguieran haciendo el amor es porque toda la noche, mientras ellas se entregaban, no dejaban de hacer sonidos sexuales lo cual atormentaba a Félix ya que aunque quisiera colocarse tapones en los oídos los sonidos a un eran escuchados y para él no era cómodo escuchar los gemidos de su hermana.

-¡Señoritas, levántense! Tenemos que disfrutar este día, recuerden que mañana temprano viajaremos. -anunció Félix, él se asomó a la puerta de las enamoradas.

- ¡Esta bien, Féli! -contestó Lauren entre risas, ella reía porque Camila le estaba haciendo cosquillas en su pecho.

-Por favor no tarden. -pidió y las dos comenzaron a reír.

- ¡No prometemos nada! -contestó Camila, la morena abrazaba el cuerpo de Lauren y las dos reían con complicidad.

Félix comenzó a reír, él se movió de la puerta y dejó que las enamoradas continuaran con sus asuntos.

-Se comporta como mi Padre a veces. -comentó Lauren refiriéndose a Félix, Camila se dedicó a mirarla con amor y a acariciarle la espalda. -Lo amo, amo a mis hermanos pero con Félix tengo una conexión especial. -agregó e hizo una pequeña pausa, durante la pausa Lauren acarició el rostro de Camila. -Me encanta que ustedes se lleven bien, me gusta que sean amigos. -

La morena rio nerviosamente ante lo último, acostó su rostro sobre el pecho de Lauren y esta última soltó un gran suspiro.

-Venir a la playa fue lo mejor que nos pudo pasar. -dijo la morena, Lauren asintió y después posó su quijada sobre la cabeza de su prometida. -Estar aquí, estar así contigo es como si fuese nuestra luna de miel. -

Before The Dawn (Camren) #2Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz