CAPÍTULO XXI

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Nueve y media de la noche...

Ally bajó del auto de Perrie con la ayuda y amabilidad de esta última, luego de ello Perrie ayudó a bajar a Jade y mientras eso sucedía las dos se miraban con deseo.

—¿Listas para seguir? —cuestionó Edwards, ella se colocó en medio de las dos chicas y les indicó que cada una la tomaran de un brazo. —Esta noche será gloriosa...—añadió y miró a Jade.

—Así será, preciosa. —contestó en voz baja.

Las tres chicas empezaron a caminar hacia una enorme casa blanca, Ally admiraba la fachada ya que esa casa pareciera ser de alguien muy importante pues todo lo que la rodeaba eran lujos.

—Wow...—murmuró Hernández, Perrie la miró y sonrió. —Es una casa hermosa. —agregó.

—Espera a que entres y verás que es más que eso. —contestó sin dejar de mirarle los labios.

Las grandes puertas del lugar de abrieron y automáticamente la boca de Ally hizo lo mismo. Cada rincón de la casa era hermoso, era como si la hubiese diseñado un ángel y no un arquitecto, por supuesto aquel lugar presumía varios lujos que eran celosamente protegidos por enormes guardaespaldas que se encontraban parados como postes. Luego de que Ally y Jade entraran acompañadas de la flamante Perrie Edwards, esta última comenzó a presentar a Ally con varias personas que parecían intrigantes para Ally.

—Son muchas personas, eh. —comentó Ally.

Las tres chicas fueron a tomar asiento en un sillón largo y cómodo, por supuesto Edwards fue quien se sentó en medio de las dos y en seguida el camarero les sirvió champagne.

—Ahora vuelvo...—avisó Jade.

Thirlwall se levantó de su lugar y cuando pasó caminando enfrente de Perrie esta última le dio una nalgada. Ante esta acción Ally agrandó los ojos y Jade solo volteó para aventarle un beso a la rubia.

—¿Te gusta el lugar? —curioseó Edwards, Ally asintió emocionada. —A mí me gustas tú. —susurró cerca del oído de Ally.

Perrie se acercó a Ally y comenzó a besarle el cuello, algo que dejó atónita a Hernández.

—Este emm...si, bueno...yo. —balbuceaba Hernández sin saber cómo quitarse de encima a la rubia.

—Hueles exquisito. —susurró Perrie en el cuello de Ally, ésta última tragó en seco. —Muero por hacerte mía. —soltó y ante esto Ally abrió ampliamente la boca.

Hernández quería y no quería detener a Edwards, los besos de la rubia sabían tan bien, pero por la mente de Ally jamás pasó la idea de estar con una mujer porque a ella le gustaban los chicos.

—¿Interrumpo algo? —cuestionó Jade al asomarse.

Perrie se alejó un momento de Ally para prestarle atención a Jade y en seguida movió su dedo índice llamándola hacia ella. Ante esto Jade comenzó a caminar hacia Perrie y se sentó a horcajadas sobre sus piernas, las dos chicas comenzaron a besarse con lujuria y ahora Ally sentía que debía aprovechar el momento para salir de ahí. Justo cuando Ally pensaba en pararse la mano de Perrie se posó sobre su pierna y ahora Ally se sentía en aprietos.

—No te vayas, bonita. —le susurró Edwards a Hernández.

Jade miró a Ally y luego de ello sonrió cuando una idea perversa por su mente pasó.

—¿Y si hacemos un trío? —cuestionó Jade.

La pregunta de Jade dejó más atónita a Ally mientras que Perrie comenzó a sonreír con malicia. Los ojos penetrantes de Edwards buscaron la mirada pasmada de Hernández y esta última tragó en seco.

Before The Dawn (Camren) #2Where stories live. Discover now