Before The Dawn (Camren) #2

CAPÍTULO XXVI

Eran las cinco y media de la mañana, Félix y Ariana aún se encontraban en la cabaña de Lauren, el hermano mayor de la ojiverde dormía envuelto en las sabanas de la cama mientras Ariana comenzaba a vestirse con el propósito de marcharse en cuanto antes. Mientras Ariana se vestía observaba que Félix se revolcaba sobre la cama y por los inconscientes gestos que hacia todo parecía indicar que Jauregui estaba teniendo pesadillas. De repente Félix despertó exaltado y lleno de sudor, aún parecía afectado por la pesadilla así que Ariana lo observaba en silencio. En cuanto la respiración de Félix empezó a normalizarse su mirada se elevó y se dio cuenta de la presencia de Ariana.

—Aún estás aquí. —dijo sorprendido mientras levantaba el torso para sentarse, Ariana le regaló una pequeña sonrisa y comenzó a caminar hacia la cama.

—Veo que la pasaste mal. —comentó Grande y posó una rodilla sobre la cama.

—¿Lo dices en serio? Fue una de las mejores noches que he vivido, estuviste impresionante. —contestó risueño.

—No me refería a lo que hicimos. —respondió entre risas. —Me pareció notar que tuviste una pesadilla. —

—Oh...eso. —dijo y agachó la cabeza.

Ahora Félix parecía desanimado, permanecía con la cabeza agachada y Ariana lo observaba.

—Definitivamente esa pesadilla te ha dejado traumatizado. —comentó y tomó asiento en la orilla de la cama. —Cuéntame ¿Qué viste en esa pesadilla que te dejó pensativo? —

Félix apretó los labios, recostó poco a poco su espalda sobre dos almohadas y perdió su mirada.

—Esa pesadilla es...Es más bien algo que ocurrió hace tiempo, algo que me ha quitado el sueño varias noches. —dijo e hizo una pequeña pausa. —De repente ese horrible momento vino a mi mente cuando pensé que ya empezaba a superarlo un poco. —

Ariana frunció levemente el entrecejo, comenzó a acercarse un poco más a Félix y lo miraba con absoluta atención.

—¿Qué fue lo que sucedió? —preguntó y Félix la miró. —Puedes contarme si quieres, confía en mi. —

Félix apartó su mirada de Ariana, la pregunta de la vampiresa provocó que recordará la escena de cuando Nana Juju se acercó a él justo cuando la transformación de hombre lobo estaba apoderándose de él.

"—¿Mi niño te encuentras bien? —" "—Oh por Dios. —"sonaba la voz de Nana Juju en la mente de Félix e impensadamente los ojos de Félix se cerraron un momento.

—Hace tiempo, cuando recién llegue a Minneapolis...Era de noche, había luna llena y yo...No pude controlar el monstruo que vive en mí. —contaba mientras abría sus ojos, Ariana lo observaba con duda. —Ella me vio, aún puedo recordar su expresión de horror en su cara. —añadió, los ojos claros de Jauregui se inundaron de lágrimas y la intriga crecía en la vampiresa.

—¿Quién te vio? —

—Mi Nana. —contestó e hizo una pausa mientras dos lágrimas caían por sus mejillas. —La maté, yo...la maté. —añadió.

Ariana estaba boquiabierta, subió a la cama directamente para abrazar a Félix ya que este último comenzó a llorar descontroladamente.

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Pasó media hora, Normani terminó de leer uno de los libros que tomó del estante de la sala de estar, dejó escapar un suspiró y miró a la polinesia que aún dormía plácidamente. Hamilton miró la hora, en vista de que Félix aún no llegaba decidió ir a la sala de estar para dejar el libro y dedicarse a hacer otra actividad. Mientras Normani acomodaba el libro en su lugar, Dinah comenzaba a moverse sobre la cama y entre su sueño sintió un aroma muy familiar, de repente los oídos de Dinah captaron el sonido de unos pasos y por lo que escuchaba la persona que caminaba tenía tacones altos. De repente Dinah abrió los ojos, olfateó profundamente y ese aroma provocó que se pusiera de pie. Por fortuna, justo a unos metros de la habitación, Normani detuvo de golpe sus pasos porque supo que Dinah ya no estaba en la cama y quedarse no era una buena opción.