Capítulo 10

12.1K 1K 167
                                    

Capítulo 10

Diego

Después de esa fatídica salida a la casa de playa, decidimos regresar el lunes, por lo que Marcus, no asistió a clases hasta el martes.
La semana pasa rápida y llena de responsabilidades en el trabajo, y como ya es costumbre, yendo personalmente a buscar a Marcus al colegio, ayudándolo con las tareas, jugando y leyendo un cuento antes de dormir.

Mi relación con Ambra se resquebrajó el día en que descubrió los arañazos en mi espalda, y aunque soy culpable, el motivo de la ruptura es como trata a nuestro hijo, con una frialdad que me sorprende.

Puntualmente llego en busca de Marcus al colegio, pero, una vez más no alcanzo a bajarme del auto, y él corre hacia mi encuentro, entusiasmado de que sea yo quien vaya por él. Por mi parte, lo agradezco, porque a lo lejos puedo ver a Cinnia, y, no estoy seguro si se ha enterado de lo que sucedió con su amiga, además, de estar con el tiempo justo, ya que tengo una operación programada para un par de horas más.

—¡Tengo algo muy importante que decirte! —exclama Marcus, haciendo gestos con su rostro.

—Debes contarme ahora, porque hoy llegaré tarde a casa y no tendremos tiempo de conversar —aseguro.

—¿Por qué llegarás tarde papá? —cuestiona, mostrándome a través del espejo retrovisor una carita triste.

—Tengo una operación importante, además, no estarás solo, Roberta estará para acompañarte —digo, sabiendo de que no cuento con su propia madre.

—Está bien...

—Y, ¿no tenías algo muy importante que contarme? —cuestiono, cambiando el tema, para que esa carita triste desaparezca.

—¡Así es papá! —exclama cambiando el semblante—. Prepárate para escuchar esto... —mi hijo abre sus ojos muy ilusionado, provocándome curiosidad de saber qué es lo que debe hablar conmigo—. Mañana a las seis de la tarde, detendrás una reunión de padres en el colegio —dice, y es inevitable que suelte una risotada, sin entender el porqué de su entusiasmo—. ¿Por qué te ríes papá?

—Lo siento Marcus —me disculpo—. Solo no creí que fuera tan importante para ti una reunión de padres.

—Es importante porque conocerás a mi maestra, pero es otra cosa lo que quería decirte papá.

—¿Qué será? —pregunto con curiosidad.

—¡A Laeticia y a mi nos han escogido como rey y reina del nivel! ¿Lo puedes creer?

—¡Te felicito! —digo, estacionando mi vehículo fuera de casa—. Serás el mejor Rey.

—Me siento muy feliz. Mis compañeros me eligieron a pesar de ser el nuevo, eso quiere decir que me aprecian, y obvio, me encuentran guapo..., para ser rey hay que serlo.

—Por supuesto, guapo igual a tu padre —comento, ante la atenta mirada de mi hijo, hasta que reacciona y se larga a reír.

Al entrar a casa, lo primero que veo es a Ambra sentada en la sala, y aunque Marcus también se percata de su presencia, hace caso omiso y corre hacia la cocina para contarle, a la única mujer que lo escucha en esta casa, sobre su reinado, algo que lo enorgullece, y no tan solo por ser guapo como él lo dijo anteriormente, sino que, se siente apreciado por sus compañeros, y es muy importante para él.

—¡Hey, espera! —le llamo antes de que desaparezca de mi vista—. Me tengo que ir, ven a despedirte, pues llegaré tarde y no te veré despierto.

Marcus corre hacia mis brazos, nos despedimos con un beso, y luego lo aliento para que vaya hacia la cocina a contarle a Roberta lo de su reinado, no obstante, es interrumpido por Ambra.

MIRAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora