Capítulo 49

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Capítulo 49


Antonella

— Seré madre... Seré madre... Seré madre —repito, si es que no se han dado cuenta.

«Cuántas veces he dicho lo mismo?»

Diego me observa un tanto preocupado,  yo creo también, un tanto cansado de mi locura, hasta que decide sacarme del shock, dirigiéndome hacia el sofá para que tome asiento.

— Si mi amor, serás madre —dice.

— ¿Ah? ¿Qué? ¿Qué dices? ¿Seré madre?

— Si —responde riendo seguido de un beso sobre mi frente—, y serás la mejor de todas. ¿Estás felíz?

Miro a Diego sonreír, y reacciono que le daré hijo, pero también, le daré un hermano o hermana a Marcus, y me preocupa  pues no sé cómo se lo tomará.

— ¡Si! —exclamo—. Te daré un hijo y soy enormemente felíz, gracias mi amor.

— ¿Gracias de qué? —cuestiona—.  ¿Gracias por hacerme feliz?

— Eres tu él que me hace feliz —aclaro, aunque es solo cursilería, pues  los dos nos complenentamos para ser felices—.  Por cierto ¿Cómo crees que se lo tomará Marcus? —indago, pues este bebe no estaba en nuestros planes, aunque me tiene vuelta loca de alegría.

— Ya le mentí una vez con respecto a la separación con Ambra creyendo que le haría menos daño, y vez como resultaron las cosas. 

— Es verdad...

— Marcus desea que me fije en ti, supongo que es una gran oportunidad para decile que estas embarazada. Él no entiende de tiempos.

— Ojalá resulte todo bien.

— No te preocupes.  La próxima semana sabrá de nosotros.

Lo miro con diversión,  solo se sube de hombros y lo encuentro tan guapo, que me abalanzo sobre él y no puedo aguantar deseos de besarle. Diego es realmente perfecto, y aún no puedo creer que se haya fijado en mi

— ¡Te amo! —digo sin separarme de él.

— No tengo pacientes aún —dice mirándome con malicia, y pone una mano en mi pierna, la que sube lentamente hasta llegar a la altura de mis bragas. Juega con ellas, y yo por dentro solo quiero que las arranque ya, pero él sabe lo que deseo y me hace esperar. 

Aprieto  las piernasmientras siento la excitación en mi entrepierna, aprieto levemente para poder sentir un poco de fricción y saciar aunque sea levemente el fuego que llevo dentro... besa mi cuello, pasa su lengua por el, tiro la cabeza hacia atrás para darle espacio, un leve gemido sale de mi interior cuando atrapa con sus dientes el lóbulo de mi oreja, es una sensación que me gusta, cierro mis ojos, mi respiración se acelera, baja los tirantes de mi vestido y besa mis hombros, todo lo hace con suma delicadeza, llega a mi pechos, pasa su lengua por ellos, toma uno con la mano que tiene libre y pellizca mi pezón, me quedo experimentando todas las sensaciones que me regala, ese pequeño dolor que siento es increíblemente excitante, me gusta que haga eso, luego chupa mi otro pezón y ya no puedo reprimir el gemido que tengo en mi garganta, se queda jugando con mis pechos, logro que mi conciencia se vaya a la parte de abajo donde esta bajando mis bragas, se separa de mi, y me deja tumbada, sin quitar su mirada de la mía, desabotona su camisa, luego su pantalón, trago saliva, se agacha y abre mis piernas, una queda arriba de la parte trasera del sofá, me siento como en una película para adultos, y me excito aún mas, siento su cálida mano en mi muslo, no me toca mi húmeda vagina, me siento desesperada, necesito que me acaricie, sin embargo no lo hace, cuando ya estoy que le suplico una caricia, se inclina un poco mas y siento su lengua pasar por mi clítoris, doy un gran suspiro de alivio al sentir que sigue jugando con él, pasa su lengua de arriba hacia abajo, escucho que gime de placer y eso hace que me caliente aun mas, tomo su cabello con mis manos, sujetándolo para que no se salga de ahí, lo necesito con urgencia, tocan a la puerta, levanta su cabeza y me mira, en este minuto me importa una mierda las pacientes, las enfermeras, ni nadie, solo quiero tenerlo pegado a mi clítoris, él me enseño lo que es el sexo oral y es lo mas delicioso que pueda existir, no dejaré que pare ahora que ya estoy mas caliente que un volcán, arrugo la frente, jalo su cabello y lo obligo a que continúe, el se muerde el labio y me mira con maldad, siguen golpeando la puerta, y eso me excita, por lo visto a el también, de un momento a otro se para, y me obliga a levantarme des sofá, trago saliva, hace que me ponga de rodilla y pone su pene a mi merced, lo mete en mi boca y empieza a moverse con fiereza afuera y adentro, toma firmemente mi cabello, me afirmo de sus piernas para no caer hacia atrás por lo salvaje que se ha puesto, por un instante lo miro hacia arriba y me doy cuenta que esta con los ojos cerrados, y la cabeza hacia atrás, siento su dureza cada vez mas, cuando ya es demasiado se sale rapidamente de mi boca, su respiración es entre cortada, para que decir la mía, esta situación salvaje me deja tonta, y lo mejor, es que siguen insistiendo desde afuera, estoy a punto de gritar que nos dejen en paz, de pronto pongo mis manos en mi boca, estoy gimiendo alto, pero Diego también, si el no se reprime, pues yo tampoco, me coge del brazo, me da la vuelta, hace que me incline, me afirmo en el sofá, me penetra despacio, al sentir como entra es un alivio a mi vagina que esta que colapsa, empieza a moverse despacio, el placer es demasiado, y continua mas rápido, mas fuerte, me aferro firmemente al sofá, Diego se afirma de mis caderas, y luego me afirma la cabeza haciendo que me incline aún mas, miro una de sus piernas y la a puesto arriba del sofá, eso hace que la penetración sea aún mas profunda, me tiene vuelta loca, siento como chocan sus testículos en mi clítoris, mi mega orgasmo esta por llegar, al parecer se ha dado cuenta, porque va mas veloz con sus estocadas

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