Capítulo 49

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Bajo las escaleras de la entrada del restaurante y corro detrás de Alex, pero con los malditos tacones que tengo, no logro alcanzarlo de todas formas.

—¡Alex, espera! —grito con desesperación mientras que él camina con prisa hacia el estacionamiento. Sólo estamos a unos pocos metros, y cuando lo noto, Max apenas se está subiendo a su coche.

—¡Maxwell! —grita Alex a todo pulmón, y lo hace voltear. Max parece confundido, pero al ver que trato de correr hacia ellos, todo se esclarece. Max entendió todo y sólo espera a que Alex lo alcance.

—¡Alex! —trato de correr cuando lo veo golpear a Max en el mentón, pero papá me toma de la cintura y me eleva un poco del suelo para sacarme del lugar.

—No, Kya.

Sacudo mis piernas por todos lados, pataleo y lloro.

—¡Papá, se van a matar! ¡Suéltame!

—¡Déjalos! —me grita papá al oído, pero trata de calmarme.

—¿Para eso...? ¿Para eso fuimos amigos por veinte años? ¿Para qué te cojas a mi hermana? —grita Alex con furia, después toma a Max del cuello y golpea su mandíbula una vez más.

—¿Y qué hay de ti? —se defiende Max gritando también—. ¿Vienes a hablarme de moral cuando tú y yo sabemos perfectamente lo que le estás haciendo a Iana?

Alex se mueve de nuevo, acorrala a Max contra su coche y ambos se miran.

—¡Cierra la boca! ¡No es lo mismo y lo sabes!

Max empuja a Alex, pero él es más rápido y golpea la cara de Max de nuevo.

Tengo los ojos empapados de lágrimas, pero ahora dejé de moverme y sólo puedo mirar. Estoy en shock. Esto no puede terminar bien.

Noto que Max no tiene deseo alguno de pelear, sólo trata de alejar a Alex, pero deja que él lo golpee cuando no logra esquivar los ataques.

Alex está hecho una furia. Es una bestia sin control.

—¡Alex! —grito una vez más. Él golpea a Max en la nariz, en el ojo y cuando noto que hay sangre, comienzo a patalear de nuevo para que papá me largue.

—Papá, por favor... Se van a matar —lloriqueo.

—¡Pueden lastimarte!

Hago un poco de fuerza, me muevo como puedo y sin pensarlo dos veces, piso el pie de papá con mi tacón derecho, cuando Alex golpea a Max en el estómago.

—¡A mi hermana, Max! —grita Alex. Acelero el paso y Max me mira. Tiene el labio ensangrentado, también la nariz, hay varios cortes en su cara y se ve terrible.

—Vete, Kya —susurra sin dejar de mirarme.

Alex le da un golpe, dos golpes, tres golpes... Y yo reacciono.

—¡Alex!

Me muevo rápidamente y me coloco entre él y Max en unos pocos segundos. Mi hermano no está mirándome, está completamente cargado por la situación, y ese puño viene en mi dirección sin que pueda evitarlo. Cierro los ojos y me cubro la cara, esperando... Pero Max me toma del brazo y me empuja con todas sus fuerzas hacia el otro lado, es tan rápido y tan fuerte que me caigo sobre el piso de cemento y me raspo las rodillas y las manos.

—¡Reacciona! —grita Max, empujando a Alex una vez más—. ¿No te das cuenta que casi acabas de golpear a tu hermana? ¿Qué demonios te sucede?

Alex se detiene, da un par de pasos hacia atrás y me mira ahí, tirada en el suelo, tratando de levantarme.

—La bailarina... —susurra tan bajo que apenas logro entender lo que dice—. La bailarina...

 KYA - Deborah Hirt ©Where stories live. Discover now