3.-Amargado

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Seis meses después...

Camila: Yo quiero a mi mamita papá por favor!! Aunque sea llámale!-dijo mientras lloraba, desde que Carol le había dicho a su pequeña hija que Aime se había marchado para una cuestión de trabajo, Camila no dejaba de despertarse en la noche buscando los brazos y besos que su mamá le daba.

Samuel por su parte estaba desesperado, adiaba ver a su hija así de triste pero la verdad es que también lo estaba él, extrañaba a Aime más que cualquier cosa, extrañaba sus brazos, sus besos, las noches que se desvelaba con él, escuchándolo y platicándole de las cosas que ocurrían en el día, las travesuras que hacia Camila y lo que más extrañaba era hacer el amor con ella.

Samuel: Mira pequeña, te prometo que mañana intentare hablar con ella y si nos responde le pediremos que abra una cuenta para que tu te puedas comunicar con ella vale? Ahora me tengo que ir a trabajar.-dijo y se acerco para besar su frente.

Camila: No papito, yo no quiero que te vayas, no quiero quedarme con las empleadas porque luego no me hacen caso!!-dijo llorando y sujeto a Samuel del brazo.

Samuel: Camila por favor...-dijo irritado.-Déjame ir!

Camila: No papá, mamá se quedaba conmigo y jugaba y me leía cuentos, quédate conmigo ahora que estoy de vacaciones.

Samuel: No me puedo quedar contigo, y tampoco te puedo llevar a mi trabajo. Entiende.

Camila: Mi mamá...

Samuel: ¡Tu mamá no esta maldita sea!-grito y Camila comenzó a llorar más fuerte.

Camila: Desde que mamá se fue tu no dejas de gritarme.

Samuel: Haber, lo siento.-dijo un poco más tranquilo.-Te prometo que buscare a una persona que este contigo como quieres, por lo menos hasta que yo vuelva ¿si?-pregunto y Camila negó haciendo que él se sintiera irritado de nuevo. -Mira ya! Tampoco voy hacer todo lo que tu quieras solo para que no te pongas a llorar, aquí el padre soy yo, y ultimadamente llora si quieres llorar.-dijo enojado y salió dando un portazo dejando a la pequeña sola.

Salió de su casa, quiso llevarse el auto, pero decidió que manejar era lo más conveniente ya que no quería llegar enojado a su trabajo, al fin de cuentas ¿Qué culpa tenían sus empleados de sus problemas personales? Todavía no comprendía el porque nadie se había presentando para el trabajo de niñera que había puesto en el periódico pero no tardaría en encontrar a alguna mujer. Comenzó a caminar y mientras lo hacia, recordó las palabras que le dijo su hija, era verdad desde que Aime se había marchado el a veces se sentía tan irritado y molesto que se desquitaba con medio mundo, pero era normal llevaba poco tiempo asimilando esto, estaba seguro que pasando más tiempo curaría las heridas y hasta pudiera encontrar nueva madre para Camila, aunque su madre biológica siempre seria Aime.



Andrea estaba saliendo de su casa, tenia otra entrevista de trabajo que esta vez no dejaría escapar, ya llevaba mucho tiempo sin hacer nada y sentía que tanta inactividad la iba a volver loca, así que se dispuso a salir muy temprano para ser la primera en llegar, y también, se la primera en pasar.

Pensó en llamarle a su novio pero seguro lo encontraría ocupado o posiblemente en manos se su malvada abuela que siempre veía la forma de hacerla quedar en mal, Andrea odiaba tanto a esa señora de edad mayor a la que no le decía sus verdades porque tenia que tener respeto por las señoras de gran edad. Iba a cruzar la calle cuando al levantar la vista se percato de que un hombre estaba pasando la calle justo cuando un auto veía.

Andrea: ¡¡Ey!! Señor, señor!!-grito pero el tipo no le escuchaba por lo que ella se lanzo y lo empujo haciendo que los dos cayeran y el auto pasara a escasos centímetros de ellos.-¿Pero que le sucede?-pregunto al tipo que la miraba algo sorprendido.

¡HERMOSO DESASTRE!Where stories live. Discover now