18.-Beso

1.8K 199 35
                                    

Samuel: Ella es una persona no un objeto. Y aunque seas su novio, que la verdad no entiendo por qué.-dijo mirando a Andrea serio.- Eso no te da el derecho de tratarla así.

Armando: La trato como se merece. Como la golfa que es, solo ella me reclamaría por engañarla cuando está haciendo exactamente lo mismo, eres una zorra cínica.-dijo y a Andrea se le llenaron los ojos de lágrimas, pero fue tarde cuando intento detener a Samuel ya que este se encontraba sobre Armando, sin embargo solo atino a darle el primer golpe, y no paso mucho tiempo antes de que Armando reaccionara y se lo devolviera arrojándolo al suelo.

Andrea: ¡No, no por favor armando Déjalo!-grito cuando los dos comenzaron a golpearse.

Ninguno de los dos escuchaba a Andrea, Samuel estaba furioso por la forma en la que Armando se había dirigido a ella, y no entendía porque la sumisión de Andrea pero de eso ya hablaría después con ella, en ese momento lo único que le importaba era poner en su lugar al tipo ese, sin embargo no era tan fácil, y Andrea veía aterrorizada como cada golpe que Samuel le daba, Armando se lo regresaba de inmediato.

Andrea: ¡BASTA YA! Armando si no lo dejas te juro que lo nuestro se termino para siempre!-grito enojada y Armando la miro desconcertado dejando a Samuel.-¿Estas bien?

Samuel: Si.-dijo levantándose mientras Andrea lo ayudaba.

Armando: Me dejarías por este idiota que seguro solo quiere divertirse contigo?!

Andrea: ¡Entre Samuel y yo no hay nada! Ven Samuel, vámonos.-dijo más tranquila y lo acompaño al auto mientras Armando los veía furioso, sin embargo ya no hizo nada más, solo se metió a la casa cerrado la puerta con fuerza.

Andrea: ¿Estas bien?-pregunto cuando entraron al auto y se acerco a tocar la herida que Samuel tenia tanto en el labio como en la ceja.-Discúlpame todo esto fue por mi culpa.

Samuel: ¿Por tu culpa?-pregunto enojado y tomo las manos de Andrea.-Andrea esto no tiene nada que ver contigo, ese idiota no merecía tratarte así y menos insultarte de esa manera. Así que no vuelvas a decir que fue tu culpa.

Andrea: Vamos a tu casa, tenemos que curarte esas heridas, ya no podemos ir a la fiesta estando tu en ese estado.-dijo tomándolo del brazo.

Samuel: Solo son unas pequeñas heridas.-dijo sonriendo.-Tampoco es como si me fuera a morir aunque, tienes razón, ya no podemos ir a la fiesta lamentablemente me ensucie el traje.

Andrea: ¿Entonces vamos a tu casa?-pregunto con una ligera sonrisa y Samuel asintió.

Los dos se dirigieron a su casa, Andrea estaba nerviosa por lo ocurrido y aunque lo trataba de olvidar y tranquilizarse un poco no podía, nunca debió aceptar una invitación de Samuel estando Armando con ella, ahora por su culpa, él se había enojado con ella y Samuel estaba herido.

Samuel: ¿Estas bien?-pregunto mientras estacionaba el carro en la entrada de su casa.-Ya deja de pensar en lo ocurrido que no fue tu culpa.

Andrea: Este yo no debí aceptar tu propuesta cuando el estaba aquí conmigo, viajo desde muy lejos y era lógico que reaccionara así, ahora el se siente ofendido y tu, terminaste con la ceja y labio partido.-dijo acercando su mano a donde estaban las heridas.

Samuel: ¿Entonces estas arrepentida de haber aceptado mi invitación?-pregunto mirándola fijamente.

Andrea: No, claro que no, me gusto la idea pero...-dijo y se quedo callada sin saber que decir.

Samuel: Ven mejor bajamos.-dijo saliendo del auto y se dirigió a abrirle la puerta.

Ambos subieron al cuarto de Samuel y él saco su botiquín para que Andrea pudiera curarlo, para el eso no era nada, sin embargo ella había insistido tanto que no tuvo de otra más que dejarla hacerlo. Y se saco el saco y la corbata para estar más a gusto, mientras ella comenzaba a curar la herida que tenia en la ceja y después el labio sintiendo como se le secaba la boca cuando pasaba el algodón por sus labios, no estaba bien lo que quería hacer en ese momento.

Andrea: Listo creo que con esto es más que suficiente.-dijo y comenzó a guardar todas las cosas en el botiquín mientras Samuel la miraba.

Samuel: ¿Por qué estas con él?-pregunto y sintió como ella se tensaba, después alzo los hombros como restándole importancia y dejo el botiquín en la mesa.

Andrea: No creo que debamos hablar de eso en este momento.

Samuel: ¿Por qué no?-pregunto y Andrea hizo una mueca sentándose junto a él.

Andrea: Lo quería, lo quería mucho, antes no me imaginaba una vida con él, y cuando se fue me creí morir, el estuvo conmigo cuando más lo necesitaba y me acompaño en cada momento, antes de que se fuera, pero después cambio mucho, se volvió más frio y distante conmigo, yo pensé que era algo pasajero que solo estaba pasando por una mala racha y que después todo volvería a ser como antes pero...creo que eso no paso.

Samuel: ¿Aun lo amas?

Andrea: No, no se...a veces pienso que si y que seria una gran equivocación de mi parte dejarlo, pero en momentos como estos pienso que mi vida seria mucho mejor sin él, y que estoy cometiendo un gran error al estar con él.

Samuel: Yo pienso que te mereces a alguien mejor.-dijo quitando un mechón de cabello que Andrea tenia en la frente, y Andrea cerro los ojos cuando el comenzó a pasar sus dedos por su por su mejilla.-Alguien que de verdad te ame y te valore como te mereces, alguien que se pierda cuando te mire a los ojos, que admire tu belleza, y tu actitud frente a la vida, alguien que se deje llevar cuando esta junto a ti.-susurro cerca de sus labios y ella abrió los ojos mirándolo.

Andrea lo observo por un momento, no sabia si lo que hacia estaba bien pero ya no se pudo resistir más, y sin poderse contener tomo su rostro y unió sus labios a los de él, las palabras de Samuel habían echo que por primera vez su corazón volviera a latir desfrenadamente, y que deseara besarlo como hace mucho tiempo ya no lo hacia, al principio fue un beso tierno, delicado, moviendo sus labios con suavidad y sintiendo como Samuel comenzaba a responderle siguiendo su ritmo, pero después fue ella misma la que aumento el ritmo y la profundidad del beso, tomándolo del cuello mientras el la sujetaba de la cintura inclinándose para recostarla en la cama, acomodándose sobre ella.

Ninguno de los dos podía pensar en lo que estaban haciendo, solo sabían que no querían parar ese momento...

¡HERMOSO DESASTRE!Kde žijí příběhy. Začni objevovat