20.

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Samuel estaba en su despacho, ligeramente recargado sobre el respaldo del asiento y pensando en lo que acababa de suceder con Andrea, sin duda había sido una noche increíble, el poder estar  con ella, besar cada parte de su cuerpo, tocarla, y conocer lo apasionada que era a pesar de que por fuera se veía sensible...pero lamentablemente solo había sido importante para él ya que ella estaba arrepentida de todo lo que había pasado.

Nancy: Hola.-dijo entrando con un bonche de carpetas.

Samuel: No me digas que todo eso tenemos que revisar en este dia?-pregunto algo aburrido y Nancy muy a su pesar asintió.

Nancy: Si, lo siento mucho pero ya no podemos posponer esto más tiempo.

Samuel: ¿Y no lo pueden hacer algunos empleados?

Nancy: Si, claro que si, pero si se equivocan nos quitaría millones de dólares y no creo que te agrade mucho la idea ¿O si?-pregunto y Samuel negó mientras agarraba una carpeta y la abria comenzando a revisarla.

Samuel: ¿Que?-pregunto desconcertado cuando se dio cuenta que Nancy lo observaba detenidamente y esta sonrió quitándole la carpeta.

Nancy: ¿Qué te pasa?

Samuel: ¿A mi? Nada porque?

Nancy: A mi no me mientes, te conozco desde hace años, y se que algo esta mal, de lo contrario el trabajo no representaría una carga para ti.

Samuel: Bueno, si me pasa algo lo reconozco pero, no quiero hablar de eso en este momento, mejor hay que concentrarnos en el trabajo y dejamos para después lo que no es importante.

Nancy: Vamos Samuel, sabes que si en alguien puedes confiar es en mi.-dijo y Samuel suspiro recargándose sobre el asiento.

Samuel: Me acosté con Andrea.-dijo de golpe y Nancy lo miro estupefacta. -Ya deja de mirarme así!-le sugirió cuando vio que ella no reaccionaba.

Nancy: Este...tu...¿Tu? ¿Te acostaste con Andrea? ¡¡¿Tu?!!-grito levantándose y el la miro serio.

Samuel: Si, y no se como paso, cuando reaccione ya estábamos en la cama...todo paso tan rápido que...no supe como reaccionar, me deje llevar.

Nancy: ¿Te dejaste llevar? Tu no eres de los hombres que se dejan llevar. ¡Te gusta Andrea!

Samuel: Bueno es hermosa pero de eso a que...

Nancy: No me mientas! Te gusta!-dijo y Samuel hizo una mueca.

Samuel: Bueno si, si me gusta pero lo nuestro nunca podrá ser.-sentencio y la sonrisa de Nancy desapareció.

Nancy: ¿Cómo que no? Samuel lo de tu esposa ya lo habíamos hablado, ella ya esta muerta y lo que le encantaría es verlos feliz tanto a ti como a su hija, Andrea me parece una buena mujer, no puedes escoger a alguien mejor así que quítate esa idea de la cabeza.

Samuel: Nancy...

Nancy: Samuel, date la oportunidad de ser feliz, mira que si no vives feliz ahora que se te presenta la oportunidad entonces nunca podrás serlo o por lo menos no en mucho tiempo.

Samuel: Es ella la que no quiere saber nada de mi.-dijo y Nancy lo miro perpleja.-Me dijo que había sido un error y que nos olvidáramos de todo, hasta renunció, o por lo menos eso creo porque ya no fue el dia de hoy a la casa.

Nancy: ¿Esta loca?

Samuel: Esta enamorada, pero no de mi, sino de otro hombre, me pidió que dejáramos lo que paso y que cada quien continuara.

Nancy: Y tu desde cuando muy obediente? Que yo sepa con Aimé nunca te diste por vencido.

Samuel: Ey! Aimé es otra cosa, y no tiene nada que ver con esto.

Nancy: Entonces no amas a Andrea, por lo menos no como amaste a Aime.

Samuel: Aimé fue mi vida, y en ese entonces éramos jóvenes, ahora soy viudo, tengo una hija que cuidar y se respetar una decisión, si Andrea no me ama que puedo hacer? No puedo ir tras de ella como adolescente enamorado cuando ya he vivido un matrimonio y tengo una hija de 10 años.-dijo enfadado.-Además ella se va a casar, mi vida ya es complicada como para complicármela más, lo que menos quiero ahora son problemas.

Nancy: ¿Entonces no lucharas solo por miedo a lo que digan de ti? ¿Qué es lo peor que podría pasar si lucharas por Andrea? Solo perder, y eso ya lo viviste cuando ella te dijo que se casaría.-dijo y Samuel la miro.

Samuel: No se, pienso que es mejor así, dejar todo por la paz, aunque...no te voy a negar que me preocupa mucho que este al lado de ese imbécil.

Nancy: Ya conociste a su novio? O lo insultas solo por celos.-pregunto sonriente.

Samuel: Ya lo conocí, y nos peleamos, no me gusto como el idiota ese le hablo. ¡La trato como si fuera su esclava y no su novia!-dijo alterado.-Y lo que más me molesto es que ella no dijo nada, que lo encubrió y lo trato como si la única culpable fuera ella, estaba arrepentida por lo que paso, no por ella sino por el, no puedo creer que una mujer se deje tratar así, por más amor que sienta por alguien.

Nancy: Bueno, si te preocupa entonces ayúdala. Tal vez esta pasando problemas con él y por eso le da miedo dejarlo.-dijo y el la miro sorprendido, la verdad era que no se había puesto a pensar en eso, pero Nancy tenia mucha razón.-Mira yo solo quiero lo mejor para ti Samuel, si tu dices que sin ella estarás mejor yo te apoyo, y si piensas que no y que lucharas también te apoyare, ahora me retiro no sea que me necesiten.-dijo y beso su mejilla para después salir, dejando que Samuel pensara mejor.

Samuel: Tal ves debería ir a hablar con ella personalmente, no esta mal un ultimo intento...

Andrea estaba en su casa, por más que estaba ordenando toda la casa y trataba de despejar su mente lo más que se pudiera, cuando cerraba sus ojos lo único que veía era el rostro de Samuel sonriéndole, las imágenes de él, desnudo y casi podría jurar que sentía sus labios sobre ella.

Desde que había llegado a su casa no paraba de pensar en el, y eso la hacia sentir mal, porque no le gustaba la idea de recordar que se había comportado como una golfa con Samuel, de solo pensar en lo que él estaría pensando en ese momento de ella, en lo que pareció aquella noche que se rindió ante él, a pesar de que para ella había sido una experiencia mágica para él seguro fue algo de lo que se sintió comprometido.

Armando: ¿Todo bien?

Andrea: Si, todo bien, ya fuiste a comprar tus boletos?-pregunto y Armando se acerco a ella.

Armando: Si, y también compre los tuyos, Andrea mi amor se que no te arrepentirás de venir conmigo, confía en mi. A mi lado nadie te hará menos, yo siempre te tratare como una reina, a pesar de que no lo seas.-dijo y Andrea suspiro.

Andrea: Sabes que? Armando ya estoy harta de que me hables así!-dijo malhumorada mientras se volteaba a mirarlo.

Armando: ¿Qué te pasa? ¿Por qué estas así?

Andrea: Que no me gusta como me hablas y tampoco como me tratas. Que siempre te he soportado porque antes pensaba que te quería pero ahora no se ni siquiera lo que siento por ti, es más si se, y no se compara ni un mínimo a lo que sentía.-dijo y Armando la miro enojado.

Armando: Nunca me habías hablado así, eso es por ese tipo que vino verdad, tu jefe. ¿Qué te dijo anoche?

Andrea: Me hizo ver que en realidad no te amaba como yo creía, y que hay hombres mucho mejores que tu.-dijo sintiendo que su corazón latía con fuerza, estaba nerviosa, nunca le había hablado así pero le dolía como él le trataba

Armando: No digas estupideces Andrea, no hay hombre mejor que yo. ¡Y que sea la ultima vez que me hablas así! ¡En cuanto a ese tipo, será mejor que ya no vayas a trabajar solo te hace decir cosas sin sentido!-dijo y se dio la vuelta para irse.

Andrea: Me acosté con él, y no me arrepiento.-dijo sintiendo que la respiración se le iba cuando miro la cara de Armando.

Armando: ¿Que?-pregunto furioso mientras se acercaba a ella.

Andrea: Lo que escuchaste, anoche...-dijo antes de que la palma de su mano se estrellara contra la mejilla de Andrea y esta cayera al suelo sintiendo un dolor terrible en la cara.

Armando: ¡Eres una maldita! Pero no me vas a ver la cara de estúpido!-grito sujetándola del cabello y alzándola...

¡HERMOSO DESASTRE!Where stories live. Discover now