Que Empiece El Juego (1º bilogía Juego) COMPLETA

3 "Editado" *

Mérida

Muevo la cabeza de un lado a otro para quitarme todos los recuerdos de la noche anterior y me echo la bronca a mí misma por haber permitido que un tío se quedara a dormir. Tengo que empezar a dejar claro desde el principio que cuando terminemos de acostarnos cada uno se irá a su casa a dormir la mona. ¿No es eso lo que quieren siempre? ¿No es lo que buscan? ¿Una tía que les caliente la cama cuando les pica su aparato reproductor? Pues entonces no les molestará que yo piense lo mismo.

Mis amigas dicen que para mi, los tíos, no son más que pañuelos de usar y tirar, pero yo no pienso eso. Yo pienso que son penes con patas y nada más. 

Decido levantarme de la cama e ir al baño para asearme. Me quito el maquillaje, que después de dormir con él toda la noche, casi tengo que restregarme con un estropajo para que salte de mi piel. Me doy una ducha que mis huesos agradecen y consigo que la resaca se disipe un poco. Cuando termino, me visto con la ropa de estar por casa, que consiste en una camiseta de los Ramones un poco desgastada y unos pantalones cortos de chándal, y con un hambre atroz me dirijo a la cocina. Meto en el horno una pizza congelada de cuatro quesos y mientras espero a que se haga, me enchufo un cigarro y llamo a mis amigas deseosa de que me cuenten el final de su noche.

El primer número que marco es el de María. La última vez que la vi estaba agarrada del cuello como una lapa de uno de los amigos del chico que he echado de mi piso.

-¡Buenos días María!- le grito un poco alegre sabiendo perfectamente que no le gustará por la resaca. En mi mente aparece una sonrisa maligna. 

-¡Calla, puta! Dios... Mi cabeza... Me has despertado... Juro que no vuelvo a salir con vosotras y menos con una botella de tequila cerca.- me dice con la voz pastosa y ronca, y puedo imaginarmela despeinada y sin desmaquillar como me he levantado yo.

-¿Qué tal con el chico ese?- subo y bajo mis cejas un par de veces aunque sepa que ella no me puede ver.

-¿Qué chico?- pregunta no acordándose de nada.

-Del de anoche, no me digas que no te lo llegaste a tirar.- le digo asustada. Conociendo a María me parece muy raro que no llegara a pescarlo. Cuando se le mete un tío entre ceja y ceja no para de lanzar sus encantos hasta conseguirlo.

-Espera un momento.- y oigo como corre por el pasillo dejando el teléfono descolgado. Treinta segundo después vuelve a coger el teléfono y me dice con una voz histérica.

-¡Mierda! ¡Mierda! Luego te llamo Meri- y me cuelga sin darme tiempo a contestarle. ¿Qué ha sido eso? Bueno como ha dicho, supongo que luego me lo contará, pero me ha dejado bastante preocupada porque que María se ponga nerviosa significa que no ha hecho nada bueno.

Cuando la pizza ya está lista, la saco del horno con cuidado y mientras llamo a Vega para preguntarle qué tal la noche.

- ¡Hola mi niña!- le digo con alegría mientras mis ansias de comer y yo le damos un bocado a un trozo de pizza y me quemo la garganta.

- Hola...- me dice en un susurro consiguiendo que me ponga alerta.

- ¿Estas bien? ¿Te pasa algo?- pregunto un poco alarmada.

- No, no, solo... que no voy a beber nunca más. - me río por la determinación con la que ha sonado su voz al decir esa frase. ¡Que mentira!

-Ais... Vega, Veguita. Esa frase la dices tooodos los domingos y en cuanto te enseñan una botella de vino blanco los ojos te brillan.- y vuelvo a reír.  Al otro lado del teléfono oigo que ella también se ríe por mi comentario.

- Si, es verdad. Es mi amor platónico.-  Y las dos estallamos en carcajadas.

Tras unos minutos de conversación nos despedimos con unos "Que te vaya bien la semana" y un "Nos vemos pronto" lleno de besos y abrazos telefónicos.

Devoro la pizza en un tiempo récord y tener la barriga llena hace que las náuseas que he sentido al levantarme desaparezcan automáticamente. Me vuelvo a enchufar un cigarro y decido llamar a la última que me queda: Cloe.

- ¡Hola!- nadie responde- ¿Estas ahí?- sigo sin recibir respuesta y lo único que oigo es un pequeño sollozo que me preocupa aún más que el silencio.- ¿Cloe, estás bien?

- Dios... He hecho el mayor ridículo de toda mi vida Meri- contesta al fin con la voz entrecortada.

- ¿Por? - pregunto un poco asustada.

- Porque ayer cuando me retiraba con Pedro vomité en la planta que hay en mi portal y el tuvo que sujetarme el pelo mientras yo parecía una fuente bastante desagradable.- deja de hablar para dar un suspiro y yo le contesto con un "ajam" para instarle a que continúe hablando-  Creo que fue él quien me acostó en mi cama porque desde el incidente de mi portal ya no me acuerdo de nada. Y lo peor es que pasó cuando nos estábamos besando.

-¡Madre mía!- y me río. Sé que no debería hacerlo pero lo hago, porque me imagino la situación y no puedo evitar hacerlo. 

-¡Ya vale! No es para reírse. Joder... Que vergüenza...- me grita ella un poco ofendida pero también riéndose.

- Perdón, perdón, pero cuando yo me caí el verano pasado del podium de la discoteca todas os reísteis de mí antes de venir a ayudarme.- le recrimino en broma.

-Es verdad- me dice con mejor animo- ¿Pero no es eso lo que hacen las verdaderas amigas? Primero se ríen y luego te ayudan a levantarme- y una carcajada sale de mi boca porque no puedo quitarle la razón. 

...

Cuando me meto en la cama no puedo evitar pensar en lo que he hecho hoy, y me doy de tortas mentalmente por haber perdido otro domingo sin hacer nada. Me he pasado toda la tarde viendo series en Netflix o viendo alguna película. Se supone que estoy opositando para Educación infantil, pero llevo tres años en los que miro los apuntes, ellos me miran a mi y al final suspiramos los dos. Estoy bastante desganada con ese tema, y aunque tengo la carrera, me he conformado con trabajar de camarera porque ahora mismo es lo que me parece más cómodo.

A los pocos minutos el sueño me vence y me duermo pensando que se ha acabado una semana y empieza otra. Mañana será otro día y empezaré mi rutina diaria como siempre. O eso es lo que creo yo, ¿no?.

Nota:

Hola hola!! Otro capítulo editado!!

¡¡Espero que os guste!! ¡Y si eres un nuevo/a lector/a Bienvenido/a!

Muchas gracias por darle una oportunidad a mi historia.

¡¡Nos leemos en el siguiente!!

Muaaaakkkksssss :) :)