nada es lo que parece [Stephen James]

Capítulo #21

— Por una mirada, un mundo, por una sonrisa, un cielo, por un beso... ¡yo no sé qué te diera por un beso! — - Guztavo Adolfo Bécquer.
◆Stephen◆

El mayor de los placeres: su compañía . Me es difícil explicar lo que me estaba sucedendiendo, aquel día, él día que la comteplé por primera vez, no pude quitarle la vista de encima. Era un ángel caído del cielo solo para mí. debía ser mía o moriría .

Cada vez que me dedicaba una sonrisa o se sonrojaba por mi causa , hacia que mi corazón se regocijase. Ella estaba siendo feliz y el motivo de su felicidad era nadie mas que yo, ¿Quién lo diría?.

Jamás me invadió este sentir. Solo tuve relaciones vacías y sin felicidad, sin propósito y con falsas imitaciones de lo que realmente era el querer. Pero tal vez soy distinto. Y me siento y pienso en cómo habla libremente sin pausa y temor, en cómo respeta quien soy y en cómo yo aprecio quien es.

— Por eso ella es genuina.

Se que no será fácil, es algo que he comprendido desde el inicio. Aveces mi concepto hacia mí mismo flaquea ¿Qué padre dejaría que su hija salga conmigo? La respuesta es : uno muy desinteresado. Asumo que es usual que los padres se preocupen por sus hijos, que tengan límites, que tengan dudas.  Tal ves lo que tenemos no es lo preferible, pero le quiero y deseo serle suficiente.

La lluvia había cesado hace unos minutos, no obstante, no es mi intención separarme de ella, no aún, tal ves este caso no se repita por lo que lo aprovecharé. Miro su rostro, se ve bastante tranquila al igual que el ambiente.

Desearía que el tiempo se detuviera y estuvieramos así por toda la eternidad.

Siento como se remueve en mis brazos y esconde su cabeza en mi cuello, siento su respiración calmada.1

— Tengo que trabajar — Susurra, apenas audible.

— Aun llueve, sigue durmiendo. Si sucede algo yo me haré responsable — Digo de la misma forma.

— Responsabilidad, debo cultivarla por mí misma— Volteó la cabeza y me observó con aquellas dos cuencas almendradas que tenía por ojos.
— Gracias. quiero demostrarme que soy capaz — Preguntó.

— Lo eres .

— Aún estoy encontra de que sigas ahí ¿Recuedas lo que paso aquélla vez?- — Dije molesto al recordar esa escena.

— Si, esas cosas pasan. Pero dejan de doler con el tiempo, el fracaso si me duraría para siempre así que no le concederé la victoria. Además tengo muy buenos amigos en la cafetería — argumentó — no querría decepcionar a Kate.

— Por lo que veo no te podré convencer — derrotado suspiré.

— No. Espera...¿Qué hora es? — - Dijo preocupada.

— No se, tal vez las 8:00 PM- — Dije. Ella abrió los ojos de sobremanera e intentó incorporarse pero mis brazos lo evitaron.

— Debes soltarme, ¡mis padres deben estar preocupados! no saben donde estoy —Desperada intentó safarse de mi abrazo.

— No te preocupes, diles que estas donde Melissa - busqué una respuesta simple — Quedate conmigo, di que fuiste a una pijamada.

— Jamás he ido a una ¿crees que me habrían dado permiso? — Dijo algo distraida.

— Tus padres son algo...— No encontraba una palabra apropiada.

— ¿Injustos?- Dijo . yo asentí — ¿Me llevaras o tendré que tomar el autobús?

— Yo te llevo — la solté y con pereza me levanté.

— La edad comienza a afectarte, viejito — Bromeó.

— ¡Hey! Entonces soy el anciano mas sexy que verás en tu vida — Respondí.

— Mejor ponte ropa que me distraes andando así, en toalla — comentó, fue al armario y me lanzó un abrigo.

Reí y me fui a cambiar. Luego de eso ambos fuimos al auto, ella se puso su pantalón aún húmedo y así la llevé a casa, ya en frente ambos nos miramos a sabiendas de lo que venía. La despedida.

— Oye...antes de que volvamos a nuestras vidas casi separadas y finjamos que solo somos amigos...¿Me darías un ultimo beso?

¿Qué hice para merecerla?

Me acerqué lentamente a ella , ambos sabíamos lo que venía. Esa sensación, ese dulzor, esa armonía, solo se pondian resumir en ella, solo los podías encontrar en ella. Me siento tan estúpido en este momento, estúpido por no haberla encontrado antes, por no haber disfrutado antes de su amor.

EDITADO