nada es lo que parece [Stephen James]

capítulo #33

-¡ah ...duele!- exclamé.

-mierda...ya casi terminamos...

-¡Stephen, me lastimas!

-¡listo!

Stephen había terminado de peinar mi cabello, se había levantado con la tonta idea de acerlo y yo (con lo suceptible que soy) acepté.

-¿ y que tal?- me preguntó.

-se ve decente...- me encogí de hombros.

Luego salimos del hotel y nos dirigimos a su casa.

(...)

Al llegar por mi parte llamé a mis padres y a mi hermana, todos se encontraban bien. Me había dado una ducha y vestido con un short y una blusa de tirantes, luego me senté en cama con mi libro de Harry Potter a esperar que Stephen desocupara el baño para preguntarle algo.
Mis mejillas se pusieron mas que rojas al ver como Este salía del baño con la toalla envuelta en la cintura dejando al descubierto su fornido torso, automaticamete desvié la mirada.

¡oh vamos Natasha, no es la primera vez que lo ves así!

sentí sus pasos acercarce a mí, alcé la mirada y estaba frente a mí. él quitó el libro de mis manos, lo miré confundida, luego se inclinó, tomó mis brazos e hizo que rodeara su cuello, se erguió y al él ser mas alto que yo quede de puntillas.

-¿Tienes vergüenza? ¿Te beso hasta que desaparezca? - dijo justo antes de unir nuestros labios, no me lo esperaba pero gustosamente le seguí el beso, él me abrazó por la cintura apegandome mas a él. El beso era tierno y delicado, como la mayoría del tiempo no teniamos prisa, a primera vista jamás pensarían que Stephen llegaría a ser alguien dulce, aunque, eso no le quita lo atrevido. Apoyé mi cabeza en su pecho, estaba mas sonrojada , ya que el señor perversión había tocado mi trasero.

-eres un pervertido - susurré.

-pues gracias.

-¿por qué?

- por quererme a pesar de ser un pervertido, es mas de lo que puedo pedir.

-oye, no te pongas cursi y mejor vístete - le exorté - yo voy a abajo, y otra cosa, jamás le quites un libro a un lector, a ti te perdono por que te quiero- tras decirle eso fui a la sala y luego de unos minutos escuché como tocaban la puerta, con duda acudí allí y al abrirla me encontré con Francisco, detrás de él había un hombre corpulento sujetando una enorme caja, al lado de este había una mujer un poco mas esbelta que el hombre. Una caja era enorme mientras que la otra parecía ser de zapatos.

-Hola ¿que tal?- le saludé tras invitarlos a pasar.

- Hola Natasha, estoy bien, algo cansado pero bien - suspiró y luego miró las dos cajas que sujetaba el hombre, este las había dejado cerca mio, luego de hacer esto se retiró.

-son tuyas, abrelas - dijo con una sonrisa.

-¿mias?¿que es? -pregunté sorprendida.

-abrela y lo sabrás- dijo.

Luego de unos minutos tratando de abrir la caja lo logré, mis ojos se abrieron hasta mas no poder, era un enormemente hermoso vestido, era morado palido y tenia flores y petalos color rosa por doquier.

-no, no, no, no puedo aceptar esto, Francisco, es demasiado...además te aseguro que jamás lo usaría, casi ni salgo- expliqué apenada devolviendolo a la caja.

-¿pero que dices?- dijo con su pronunciado acento brasileño - ¿Stephen no te dijo nada? Hijo de puta...perdón, verás, ambos tienen que asistir al baile anual de los Lachowski, la idea fue de mi tía, quería una excusa para vestir sus extravagantes vestidos de princesa.- comentó con una sonrisa.- tienen que asirtir, de lo contrario resivirán una reprimenda de Pandora.