capítulo #44

4.4K 263 5
                                    

Y de un momento a otro me sentía confinada. Perdida . Mi corazón apricionado en una celda oscura y mugrienta de la cual me era difícil escapar. Y me sentía inútil, inútil por querer llorar todo el tiempo, por no poder hacer las cosas por mi misma . ¡por Dios! Parecía una niña a la que todos debían cuidar.
Si, ya no estaba en el deseperanzador hospital, donde día a día las personas sufrían, y en esa agonía y dolor, también morían, donde las personas te incrustan en la cabeza el vago deseo de seguir viviendo, de poder retomar su vida, una vida la cual ahora parecía un sueño, uno feliz y a la vez cruel, pues día día recordaba de lo que antes era capaz y hoy mi enfermedad no me permitía.

Pasaba el día al lado del amplió ventanal que me permitía contemplar las personas que sin preocupación caminaban hacía sus empleos, pero sus caras eran largas, sin alegría, sin emoción ¿acaso aquellos no gozaban de la salud que hoy poseían?
Al parecer no. los seres humanos son complicados. Un resfriado, algo sumamente incomodo, pero...al estar sanos nos detenemos a pesar...tengo salud.
Es que la salud no la notamos, y mucho menos la agradecemos, pero la enfermedad es otro caso.

-tengo que salir...- escuché aquella voz de quien tanto me había apoyado. era el mejor. Por él aún mantenía una chispa de esperanza en mi corazón casi roto.

-¿adonde vas? - pregunté sin despegar la vista del ventanal.

-iré al supermercado- contestó .

Simplemente me dediqué a mirarlo. "iré..." no iremos.

- por lo que veo no estoy incluida en tus planes- comenté en un susurro- quiero ir contigo.

Sin esperar una respuesta levanté y fui al armario con Stephen tras de mí, sin importar que el estuviese precente me desvesti, quedando en ropa interior.

-sabes...lo notó- dije tratando de no fruncir el ceño o tan siquiera llorar. Me sentía inmpotente, esta enfermedad poco a poco me estaba carcomiendo, pero no en salud, mi autoestima sería la primera en caer.

-¿que notas? - preguntó.

Por un momento pensé y me admiré en el espejo, por un momento, me vi como aquella pequeña chiquilla que antes fui, a la que todos no podían mirar sin lágrimas en los ojos. También, me vi como Nathan, una semana feliz y mejorando, y la otra sumida en las penumbras, dejando este mundo por completo, sin que nadie, ni los medicos, ni mi familia, nisiquiera Stephen, me pudiera ayudar.

-desde que volví dejé de gustarte...

-¿de que hablas...? Yo siempre te voy a querer, a amar...

-sabes muy bien que no me refiero a eso- le di la espalda y me dispuse a buscar ropa adecuada para salir. El día de hoy estaba algo nublado por lo que era muy probable que lloviera.

sentí unos abrazos abrazarme con delicadeza, y me sentí segura, en ese momento sentí que nada podía conmigo, y que esto sería algo pasajero.

Pero ¿que esperanza tenía yo?

De que me valía creer cuando Nathan lo hizo y no le funcionó.
De hecho...había deseado estar en su lugar...¡pero no es justo! Si yo moriré el debería estar vivo.

- no te quiero lastimar, de ninguna forma- comentó- sabes que soy algo sobre protector ahora y no tengo excepciones con nadie, nisiquiera conmigo.

-sabes que tu Protección me hace sentir mal ¿verdad? - me di la vuelta quedando frente a él, o a su pecho, para ser exactos.

-está bien...- ladeó una sonrisa y besó mi frente.

- ¿que?

-esta noche...- habló. Esta vez si comprendí.

Luego encontre ropa adecuada.

Stephen en su teléfono colocó una canción, no sabía el porqué hasta que se acercó a mí y tomó mis manos, y sonreí, sonreí por que no desistia de intentar hacerme feliz, aunque sea un segundo. Y aunque el tanque de oxino no me permitía bailar con libertad, bailamos en la sala, lentamente y sin prisa. Sonreí, apesar de estar triste, y nuestros labios se encontraron, tanto así como nuestras almas. Tuve miedo otra vez, de irme y de jamas volver a estar con él.

¿podría vivir sin que Stephen siempre estuvera ahí?

Si moría, entonces el cielo sería el mismo infierno, porque sin él ya no funcionaba, sería como un relog sin baterías.

cuando salimos del apartamento no pude evitar en pensar en nuestra pequeña vecina. Ella junto a sus padres nos visitaron. La pequeña rompió en llanto y mi corazón dejó de latir 《¿la tia Natasha se va a morir?》y aunque la pequeña aún no comprendía lo que estaba pasando, Stephen se enojó muchisimo, él sabía que me iba a sentir mal y que lloraria en las noches, mientras el no podía verme.

Subimos al auto y unos minutos tras haber arrancado Stephen colocó en la radio la canción just old on. Que coincidencia, la canción va perfectamemte conmigo. Aunque no fuera así la sentía mía, sentía que la había escrito solo para mí, porque la canción invitaba a seguir adelante, a continuar luchando. Y eso, aunque parecía una simple canción, evitó que la esperanza se me fuera de las manos.

-recuerdo lo mucho que te gustaba- dijo Stephen.

-si, aún me gusta.

Stephen colocó su mano en mi muslo y yo apoyé mi cabeza en su hombro.

-¿puedo conducir cuando volvamos? -pregunté. Stephen me miró y asintió.

En poco tiempo llegamos a lo que era nuestro destino. El lugar era gigantesco, y habían muchas personas . Stephen me tomó de la mano para no perdeme entre el gentío. Le arrebaté de las manos la lista y la partí en dos.

-¡alto ahí! ¿que haces?- preguntó confundido.

-nos divido el trabajo, así terminaremos más rapido- admití.

-no, nada de eso, de hecho no hay prisa- contestó. Yo bufé y volví a tomar su mano. tomamos un carrito para colocar todo lo que necesitemos.

(...)

-no, no, no, ¡no! - negué con la cabeza- ¡sueltame! No iré a comprar eso contigo.

-¿que tiene de malo? - rió.

-tú eres el hombre ve y compralos- me quejé.

-¿y dejarte sola? No lo creo.

-Stephen ¡no iré contigo a buscar precervativos!- grité/susurré.

-pero los usaré contigo, es justo que vengas ¿no?- intentó ocultar su risa.

- Stephen...- el siguió caminando y fingió no escucharme- Stephen...no me estoy sintiendo bien...

Esta vez si volteó - ¿que sientes?¿que necesitas?- dijo con rapidez y preocupación.

-creo que hemos caminado demasiado...me siento muy cansada...

Muy buenas criaturitas del señor

(Ahora me creo Rubius)

Lamento la tardanza, quiero informarles que los caps tardaran algo en llegar ya que tengo un proyecto grandisimo en la vida real.

Tengo una oportunidad increible en lo que es el modelo de las naciones unidas y es algo a lo que que estoy brindando todo mi tiempo.

Quiero que sepan que si teterminaré esta novela .

Y es extraña en la forma que ha cambiado tanto esta novela, pasamos de capitulos sumamente alegres a capitulos prácticamente grises donde la protagonista teme por su vida.

Gracias por todo.

nada es lo que parece [Stephen James]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang